En su libro “Stocks for the long run”, Jeremy Siegel argumenta que en el largo plazo las acciones superan al resto de los activos como bonos, oro y efectivo, en términos de retornos ajustados por inflación.
“Time, not timing, is what matters in investing1.” Jeremy Siegel
Está claro que si vamos a invertir con un horizonte de largo plazo, debemos invertir en acciones, pero ¿Cómo lo hacemos? Hay básicamente tres formas.
La Gestión Pasiva: invertir en un índice como el S&P 500, el cual se beneficia de costos muy bajos. Los retornos van a ser -por definición- los del mercado.
La Gestión Activa Tercerizada: invertir en un fondo de inversión, con un equipo que gestione las inversiones, es decir, que decida en qué empresas invertiremos, cuándo y qué peso tendrá cada una en el portafolio, a cambio de un costo por la gestión del fondo.
La Gestión Activa Propia: elegir nosotros mismos las empresas.
Cada forma de invertir tiene sus ventajas y desventajas pero, ¿Cuál es la mejor alternativa? Tal vez la mejor forma de invertir sea la que más se adapte a la vida del inversor. O tal vez, una combinación de estas formas sea una manera de diversificar dentro de las distintas formas de gestión.
Pero si vamos a elegir nosotros mismos las empresas debemos entender el desafío psicológico que conlleva y saber de antemano que pocas empresas serán las responsables de la mayoría de los retornos en el largo plazo. (Lectura complementaria: El desafío de invertir en acciones individuales).
Por otro lado, debemos buscar aquellas empresas de buena calidad, que puedan soportar los desafíos económicos que eventualmente van a tener que enfrentar.
“It is far easier to figure out if something is fragile than to predict the occurrence of an event that may harm it”2. – Nassim Taleb
¿QUÉ CUALIDADES DEBERÍAMOS BUSCAR EN UN EMPRESA IDEAL? Algunas ideas.
1) Una Empresa con Barreras Competitivas Son barreras que cuidan al negocio frente a competidores. Hay cuatro tipos muy conocidos:
“Network effects”: donde cada nuevo cliente alimenta y fortalece el negocio. Esto sucede por ejemplo con las redes sociales – como Instagram de Meta Platforms (META) – donde cada nuevo usuario hace que la red sea más valiosa y atrae a más usuarios. “Switching costs”: donde los costos y riesgos de cambiar de un proveedor son muy altos. Las empresas de software – como Microsoft (MSFT) – tienen esta ventaja donde cambiarse a una competencia significa tener que migrar a una nueva plataforma y volver a capacitar al personal que utiliza el sistema. “Low-Cost Production”: donde los costos para una empresa son inferiores al de sus competidores. Por ejemplo, Tesla (TSLA) ha logrado esto a través de una integración vertical, economías de escala y su superioridad en la tecnología de baterías. “Intangibles Assets”: donde la marca, patente o regulación protege a un negocio. Por ejemplo, la empresa Ferrari (RACE) se ha beneficiado de su marca como barrera competitiva.
Una buena señal de que una empresa tiene barreras competitivas es si muestra “pricing power”. O sea, si logra incrementar los precios sin perder clientes. Por ejemplo, Spotify (SPOT) lo ha hecho recientemente; incrementado los precios de sus suscripciones sin perder usuarios.
Morningstar Wide Moat Focus Index: Indice que refleja el desempeño de empresas estadounidenses con ventajas competitivas sostenibles (wide moats) y atractivas valoraciones.
S&P 500 Index: Indice que mide el desempeño de las 500 empresas más grandes de EE. UU. por capitalización de mercado. Es un referente clave del mercado accionario estadounidense y global.
2) Una Empresa con Opcionalidad Es cuando una empresa tiene la capacidad y facilidad para expandirse a nuevas líneas de negocios, productos o servicios. Para esto es clave tener un negocio “core” que pueda financiar los nuevos proyectos y un buen equipo de capital humano. ¿Por qué es importante? La historia ha demostrado que las empresas más exitosas descubren nuevos negocios sobre la marcha y aprovechan la oportunidad. Amazon (AMZN) comenzó vendiendo libros, hoy tiene el servicio de nube AWS. Mercadolibre (MELI) comenzó como un marketplace, luego se expandió a fintech (MercadoPago) y logística (MercadoEnvios). Google (GOOG) tiene un departamento que se llama “Other Bets”, donde si alguno de esos proyectos funciona puede ser muy importante para su futuro, pero si no los son no destruirá la empresa. Estas empresas entienden que la opcionalidad juega un rol muy importante.
3) Una Empresa con Fortaleza Financiera Para ser exitosos en el largo plazo, es crucial sobrevivir los distintos problemas económicos con los cuales eventualmente las empresas se van a encontrar en el camino. Una empresa ideal debería tener buen balance con un bajo nivel de deuda, un negocio estable con buenos márgenes y con una diversificación de clientes para evitar los riesgos de concentración. Si es así, la empresa no tendrá que depender de los mercados de capitales para su financiación y tendrá la disponibilidad para invertir en nuevos proyectos internos o para comprar a otra empresa oportunísticamente.
4) Una Empresa con “Skin in the Game”
Estas son empresas donde los ejecutivos y empleados tienen un porcentaje alto del paquete accionario de la empresa. De esta forma, están alineados con los accionistas.
Además, también es una buena señal si los fundadores siguen involucrados, donde su reputación está atada a la performance de la empresa.
5) Una Empresa con buena Cultura de Trabajo
En el largo plazo, las empresas con buena cultura de trabajo logran el éxito.
Esto se puede buscar en Glassdoor, donde los empleados puntúan la experiencia de trabajar en la empresa y cómo valoran a su CEO.
6) Empresas con una Valuación Atractiva Invertir en una empresa con una valuación atractiva puede darnos un margen de error en nuestra inversión. Por lo contrario, una valuación excesiva puede transformar una gran empresa en una frágil inversión. Por está razón, es importante diferenciar a la empresa de su acción. De todas formas, hay que tener en cuenta lo que comentó Warren Buffett respecto a la valuación de una empresa: “a great business at a fair price is superior to a fair business at a great price3“.
7) Una Empresa que Entendamos. Un último punto, es que debemos entender el modelo de negocio de la empresa en la que invertimos. Una empresa puede tener todos los atributos que mencionamos en este artículo, pero si no entendemos bien qué es lo que realmente hace la empresa nunca vamos a tener la convicción para permanecer invertidos en los peores momentos.
Recordando las palabras de Charlie Munger “We have three baskets for investing: yes, no, and too tough to understand.”4
Elegir acciones individuales lleva consigo un costo, esfuerzo y tiempo. Además, el éxito no está garantizado y debemos manejar las emociones muy bien. Pero si lo hacemos bien, es posible generar excelentes retornos y a su vez, aprender más sobre el mundo que nos rodea.
“Nobody can predict interest rates, the future direction of the economy, or the stock market. Dismiss all such forecasts and concentrate on what’s actually happening to the companies in which you have invested.”5—
Peter Lynch
Ec. Manuel Bordaberry
mbordaberry@paullier.com
“Es el Tiempo, y no el momento exacto, lo que importa al invertir.” ↩︎
“Es mucho más fácil determinar si algo es frágil que predecir la ocurrencia de un evento que pueda dañarlo.” ↩︎
“Un gran negocio a un precio justo es mejor que un negocio aceptable a un gran precio.” ↩︎
“Tenemos tres categorías para invertir: sí, no y demasiado difícil de entender.” ↩︎
“Nadie puede predecir el rumbo de las tasas de interes, la direccion de la economía, o el mercado accionario. Deja todo eso de lado, y concéntrate en lo que realmente está ocurriendo con las empresas en las que has invertido.” ↩︎
Durante varias décadas la diversificación de un portafolio a través de la estrategia 60/401 ha resultado óptima para generar resultados saludables con un bajo nivel de volatilidad. Sin embargo, en un mundo multipolar, dónde crece a pasos agigantados el uso de la inteligencia artificial y de energías renovables, con una población que vivirá cada vez más tiempo, es pertinente revisar la eficacia de dicha estrategia hacia adelante.
La diversificación es un concepto clave en el mundo de las inversiones, y se define como la técnica de asignación de activos en distintos productos buscando minimizar el riesgo total del portafolio. Para que la misma sea efectiva, existen diferentes estrategias que apuntan a equilibrar el rendimiento objetivo con el riesgo que se está dispuesto a asumir.
Una de las más populares es el portafolio 60/40, atribuido al Premio Nobel Harry Markowitz como parte de su disertación sobre la teoría moderna de asignación de carteras en 1952. Consiste en asignar el 60% de las inversiones a acciones y el 40% a renta fija, como bonos o fondos de inversión de bajo riesgo.
Las acciones ofrecen la oportunidad de obtener altos rendimientos, mientras que los bonos pueden compensar la volatilidad con su estabilidad.
Hasta la llegada del COVID 19 los fundamentos de la estrategia 60/40 eran muy sólidos, pero un recorte agresivo de tasas de interés en todo el mundo sumado al aumento de gasto realizado por los gobiernos para mantener a flote sus economías durante los años de pandemia, generó una presión inflacionaria insostenible, que 2 años después produjo la suba de tasas de interés, en un escenario de política fiscal aún laxo. En este contexto la renta fija llegó a sus mínimos en décadas dejando de compensar la caída del mercado accionario. A partir de entonces y durante los años 2022 y 2023 diversos analistas del mercado pusieron en duda la vigencia de la estrategia 60/40 para el futuro.
En el 2024, en un escenario de tasas de interés más estable y con la inflación más controlada, los inversores volvieron a mostrar interés por la estrategia 60/40, destacando algunos puntos a tener en cuenta al aplicarla:
En el largo plazo su eficacia depende de la relación entre crecimiento económico e inflación. Estas medidas son afectadas por la IA, las energías renovables, un mundo cada vez más polarizado y una población más longeva.
La tecnología puede actuar como shock en la oferta, impulsando el crecimiento y bajando la inflación en el corto plazo.
Las energías renovables podrían bajar los costos energéticos y mejorar la productividad, generando crecimiento sin aumentar la inflación.
La idea de incorporar activos alternativos a la cartera viene creciendo en los últimos años, dando un paso más hacia la diversificación.
En este contexto aparece una nueva estrategia de inversión balanceada con los porcentajes 40/30/30, que recomienda un 40% en acciones, 30% en renta fija y 30% en activos alternativos como crédito privado o real estate.
En conclusión, la famosa estrategia 60/40, enfrenta un futuro desafiante en un mundo en constante transformación. Si bien el interés por esta estrategia ha resurgido en un contexto de mayor estabilidad económica, su eficacia dependerá de cómo evolucione la relación entre crecimiento e inflación en el largo plazo.
Por otro lado, el surgimiento de estrategias más diversificadas, como el portafolio 40/30/30, refleja la necesidad de adaptarse a las nuevas realidades del mercado, incorporando activos alternativos para mitigar la volatilidad y buscar retornos competitivos.
En este contexto, la diversificación sigue siendo clave, pero deberá ser entendida y aplicada con una mirada más amplia y flexible para enfrentar los retos y aprovechar las oportunidades del futuro.
“La diversificación es la única estrategia gratuita que existe.” Harry Markowitz
Cra. Elisa Chiarino
Banca Privada
echiarino@paullier.com
Según la teoría, invertir 60% en acciones y 40% en bonos permite equilibrar el portafolio frente a la volatilidad del mercado, aprovechando la baja correlación entre acciones (activo con mayor rentabilidad y mayor riesgo) y bonos (activos con mayor estabilidad, menor riesgo y menor retorno). ↩︎
Este pasado 26 de Marzo celebramos los 120 años desde la fundación de nuestra empresa. A lo largo de 4 generaciones, Paullier ha logrado adaptarse a través del tiempo, manteniendo sus valores, cultura y servicio.
Parece oportuno entonces comentar sobre un tema del cual se habla mucho en el mundo de inversiones: el largo plazo. Es habitual hoy en día escuchar a inversores o empresas hablar que invierten para el largo plazo y con mucha razón; pequeños cambios -resultados o hábitos- mantenidos por mucho tiempo logran resultados extraordinarios.
¿Es probable que el PBI per cápita real sea el doble dentro de 50 años en Uruguay? O sea, que en promedio ¿los uruguayos seamos el doble de ricos? No parece tan fácil, pero eso se logra solamente con un 1.4% de crecimiento promedio anual. Es en el largo plazo donde se ven los resultados del interés compuesto; pero de la teoría a la práctica no es tan fácil.
“I’m in it for the long run” is a bit like standing at the base of Mt. Everest, pointing to the top, and saying, “That’s where I’m heading.” Well, that’s nice. Now comes the test. – Morgan Housel.1
1) Debemos tener paciencia.
Hay muchísimos libros y estudios sobre como Warren Buffett logró sus resultados, pero pocos hablan del componente más importante; está invirtiendo hace más de siete décadas. Su habilidad es invertir, pero su secreto es el tiempo; la paciencia.
Debajo podemos visualizar una hipotética inversión donde aportamos $100 cada mes, con un retorno de 10% anual y comenzando a los 25 años. Los resultados generados en el largo plazo desafían la lógica:
Un ejemplo interesante que demuestra la importancia de tener paciencia es el Marshmallow Experiment.
El experimento fue llevado a cabo por la Universidad de Stanford en 1970. Se le ofreció a cada niño un premio inmediato (un marshmallow) o dos premios postergados (dos marshmallows) si tenían paciencia. Dejaban al niño en un cuarto con un marshmallow y le decían que le darían un segundo marshmallow si esperaban unos minutos. Luego salían del cuarto por 15 minutos. El estudio intentaba investigar sobre el “delayed gratification”.
Luego de varios años de seguimiento, el resultado fue impactante; los que pudieron contenerse en esos 15 minutos, tuvieron un mejor resultado en sus vidas laborales, sociales, financieras y de salud. Los que eran más propensos a ser pacientes, les fue mejor en la vida.
“The stock market is a device for transferring money from the impatient to the patient.” – Warren Buffett2
2) Debemos pagar el precio.
Lo bueno para los inversores, es que alargar el horizonte de inversión es algo que está en nuestro control. Lo malo, es que es muy difícil hacerlo. No ver los resultados inmediatamente, la volatilidad, el miedo y la incertidumbre es el precio que debemos pagar; el problema es que este precio no está a la vista.
Si queremos comprar un pasaje de avión, sabemos el servicio que tendremos por el precio que pagamos. Iremos del punto A al punto B, con las comodidades del ticket que saquemos y es esperable algún tramo con turbulencia.
El S&P 500 tuvo un retorno anualizado de 12.5% desde 1974 si incluimos los dividendos reinvertidos. ¿El precio? Sobrevivir una década sin retornos (2000-2010), crisis financieras, una burbuja tecnológica y una pandemia, entre muchos otros.
El fondo de inversión de Peter Lynch tuvo un rendimiento anualizado de 29% entre 1977 y 1990; una inversión de 10K se hubieran transformado en 260K. El precio fue que durante ese periodo, el fondo cayó 10% quince veces, 15% seis veces, 20% cuatro veces y 35% una vez.
Netflix fue una inversión con un resultado de 35.000% desde el 2002 al 2018, pero estuvo por debajo de su máximo el 94% de los días. Imagínense la duda e incertidumbre de vivir esto.
Si queremos los retornos que genera el interés compuesto en el largo plazo, debemos pagar el precio.
3) Debemos tener un margen de error.
El largo plazo es una colección de varios periodos de corto plazo. Daniel Kahneman – psicólogo y ganador de un Premio Nobel de Economía en 2002 – comentó una vez sobre porque no podemos focalizarnos exclusivamente en el largo plazo:“Because the long term is not where life is lived.”3
Si vamos a invertir para el largo plazo, algo seguro es que nos vamos a encontrar con problemas en el camino, como recesiones, burbujas y volatilidad. Entonces, la única forma de sobrevivir los problemas de corto plazo es teniendo un margen de error; planear que el plan no salga acorde al plan.
Un margen de error normalmente se entiende como una mentalidad conservadora, para aquellos que no quieren asumir mucho riesgo o que no están confiados sobre sus inversiones, pero es justamente lo contrario.
Mantener un fondo de emergencia -o un bajo nivel de deuda- parece ineficiente, pero su utilidad la vemos en los peores momentos, cuando logra mantener nuestra calma e inversiones más riesgosas intactas. Su valor está en que logra minimizar la probabilidad del desastre total, entonces logramos mantenernos en el juego por más tiempo para ver el fruto del interés compuesto. Hoy en día, un fondo de emergencia es aún más atractivo, ya que podemos colocarnos por encima del 5% en dólares en bonos soberanos de EEUU.
Thomas Gayner -CEO de Markel Group- comentó recientemente que un mundo optimizado, donde se busca lograr eficiencias en todo y donde no dejamos margen de error, se vuelve frágil, contraintuitivamente. Esto lo podemos ver reflejado con las empresas que mantenían mercadería Just In Time, pero luego vino la pandemia y por no haber tenido mercadería Just In Case sus márgenes se destrozaron.
“A barbelled personality—optimistic about the future, but paranoid about what will prevent you from getting to the future—is vital.” – Morgan Housel4
4) No todas las inversiones son iguales.
Una buena inversión depende de dos pilares fundamentales; el tiempo y la tasa de retorno. Por ende, una buena inversión se logra no solamente con buenos retornos, sino aquellos que puedan ser mantenidos y repetidos consistentemente en el largo plazo, donde el interés compuesto hace su magia.
Howard Marks comentó una vez sobre un inversor que nunca tuvo resultados anuales rankeados en el cuartil superior contra sus competidores, pero que en un plazo de 14 años estuvo en el mejor 4%. La gestora Pimco, tiene un término para esto llamado “Strategic Mediocrity”, en el cual nunca son el número uno en un año en particular, pero sobreviven más tiempo que el resto con lo cual eventualmente terminan primeros.
Una casa no es históricamente una buena inversión respecto a otras alternativas. Sin embargo, para muchos esta es la mejor inversión que harán, principalmente porque es la única que no interrumpen y mantienen durante décadas.
Cada inversor tiene una perspectiva única del mundo como consecuencia del lugar y tiempo en el que nació, de las distintas experiencias que vivió y de su particular situación financiera. Por esta razón, lo que funciona para uno puede no funcionar para otro. En Estados Unidos los inversores del lado Este invierten relativamente más en acciones del sector financiero, los del Sur en energía y los del Oeste en tecnología. En Uruguay tal vez se invierta más en ganado.
Si las personas se sienten más cómodas invirtiendo en los rubros que están más familiarizados y esto logra que estén invertidos por más tiempo, seguramente les vaya mejor.
“The first rule of compounding is to never interrupt it unnecessarily” – Charlie Munger5
5) La mentalidad de largo plazo debe ser compartida.
En la crisis financiera del 2008, Michael Burry tenía una apuesta muy grande en contra del mercado inmobiliario. Por más que la apuesta fue acertada su inversión pendió de un hilo, ya que sus inversores no creían lo mismo que él y querían retirar los fondos, al punto que Burry estuvo muy cerca de ser forzado a cerrar su apuesta y perderlo todo.
No basta con tener una mentalidad de largo plazo; los co-inversores, asesores financieros y gente que nos rodea debe tenerla también. Terry Smith, gestor del fondo de inversión Fundsmith Equity Fund, comparte con sus inversores un “Ownership Manual” de su fondo, ¿por qué? En sus palabras:
“At Fundsmith we want you to have an Owner’s Manual. Why? Because your understanding of what we are trying to achieve and how we approach it is a critical element in enabling us to attain our goal.” – Terry Smith6
En Paullier intentamos trasmitir nuestra cultura, filosofía de inversión y valores, para que aquellos que la compartan puedan sumarse hacia el largo plazo.
“La mayoría de las personas sobreestiman lo que pueden hacer en un año, y subestiman lo que pueden hacer en diez años.”
Bill Gates
Ec. Manuel Bordaberry
mbordaberry@paullier.com
“Estoy en esto para el largo plazo” es un poco como estar parado en la base del Monte Everest, señalando hacia la cima y diciendo, “Ahí es hacia donde me dirijo”. Bueno, eso está bien. Ahora viene la prueba. ↩︎
“El mercado de valores es un dispositivo para transferir dinero de los impacientes a los pacientes.” ↩︎
“Porque el largo plazo no es donde se vive la vida.” ↩︎
“Una personalidad balanceada —optimista sobre el futuro, pero paranoica sobre lo que te impedirá llegar al futuro— es vital.” ↩︎
“La primer regla del interés compuesto: nunca interrumpir innecesariamente una inversión.” ↩︎
“En Fundsmith queremos que tengas un Manual del Propietario. ¿Por qué? Porque tu comprensión de lo que estamos tratando de lograr y cómo lo abordamos es un elemento crítico para permitirnos alcanzar nuestro objetivo.” ↩︎
El crédito privado, definido como préstamos entre empresas e instituciones que no son bancos, tiene como principal ventaja la flexibilidad de adaptarse a las necesidades del solicitante.
El concepto ha adquirido relevancia en los últimos años dado que muchísimas empresas pequeñas y medianas se han enfocado en la búsqueda de créditos con condiciones que se adecuen mejor a su situación real (plazo, tasa, garantías o cualquier otra característica de la operación).
Dentro de las empresas que otorgan este tipo de crédito se encuentran los fondos de inversión u otros gestores de activos, que posteriormente ofrecen a sus clientes productos financieros estructurados sobre estos créditos.
En contrapartida, se encuentran las empresas que no cotizan en la Bolsa y por tanto carecen de calificación crediticia oficial, lo cual dificulta el acceso a crédito bancario. En este mismo sentido, los bancos se han ido retirando del sector de préstamos “más riesgosos” luego de la crisis 2007 – 2008.
¿Por qué invertir en Crédito Privado?
Para los inversores, el sector ofrece un rendimiento superior a los bonos corporativos, de empresas con características similares, lo cual compensa la iliquidez del producto. Asimismo, en estos últimos años de tasas de referencia en aumento, ha sido una inversión muy rentable por el hecho de que generalmente la tasa de interés pactada es flotante. Los prestamos del sector privado suelen estar en primera línea de cobro ante una cesación de pagos y contar con garantías más sólidas que los bonos tradicionales. Su cotización está descorrelacionada con el resto del mercado, y su volatilidad en general es muy baja ya que se valúan con frecuencia trimestral.
El siguiente cuadro muestra los rendimientos de cada categoría de activos, entre 2007 y 2022, ordenados de mayor a menor:
Fuente: Blackstone.
RIESGOS
El mayor riesgo que presenta la inversión en crédito privado es la iliquidez de los mismos. Salirse de la posicion antes de lo pactado implicaría un análisis de la valuación para una correcta negociación de precio, o en el mejor de los casos, identificar un comprador potencial en el mercado.
Otro aspecto a considerar es que la transparencia en el desempeño crediticio subyacente no está disponible debido a que las agencias de calificación rara vez siguen los créditos privados, aunque esto es contrarrestado por la gestión de los Fondos de Inversión.
VENTAJAS
Generalmente este tipo de productos provee ingresos corrientes en el portafolio del cliente a una tasa superior de la media del mercado.
El hecho de que implique estructurar acuerdos personalizados en función de las necesidades de cada negocio, junto con el monitoreo continuo, y la flexibilidad para la renegociación, explican las menores tasas de default. Las mismas han sido históricamente más bajas en esta categoría, con mayores porcentajes de recuperación de capital.
Fuente: US Federal Reserve, 2024.
El crédito privado está descorrelacionado con los movimientos tradicionales del mercado, brindando mejor retorno ajustado a riesgo.
Fuente: Blackstone.
El crédito privado ofrece la oportunidad de diversificar, proporcionando exposición a sectores y empresas que no están disponibles en el mercado público.
Según estimaciones de la agencia de calificación Moody’s, a fines del 2023 el tamaño del sector de crédito privado ascendía a USD 1,3 billones, una cifra comparable a la del mercado mundial de bonos de alto rendimiento (high yield). Morgan Stanley cree que para el año 2027 el mercado crecerá hasta USD 2,3 billones.
El éxito de una estrategia de inversión a lo largo del tiempo está vinculado a la correcta diversificación de la misma. Incorporar crédito privado permite bajar la volatilidad del portafolio y mejorar la descorrelación del mismo con el resto del mercado, además de dar acceso a mejores tasas de retorno ajustado a riesgo y así compensar una menor liquidez de estas inversiones.
Comienza el 2024 y queda atrás lo que fue el 2023 en los mercados financieros. Como referencia, así fue el comportamiento de cada asset class en el 2023, y en los últimos 10 años:
ETFs utilizados: EEM, VNQ, MDY, SPSM, SPY, EFA, TIP, AGG,DJP, BIL. Fuente: A Weatlh of Common Sense
Lo que este año vuelve a confirmar es, lo difícil que es hacer pronósticos de corto plazo, tanto en los mercados como en la macroeconomía. Algunos ejemplos:
– A principio de año, el 85% de los economistas de una encuesta en EE.UU. pronosticaban que estaríamos en una recesión en algún momento del 2023, ya que la FED no iba a lograr reducir la inflación sin un golpe duro en la economía. No ocurrió.
– Hace 12 meses, se creía que la FED estaría comenzando un nuevo ciclo, con rebajas en la tasa de interés en el 2023. No ocurrió.
– Hace 6 meses, se creía que quedaba todavía un alza de tasas adicional en el 2023. No ocurrió.
Como dijo Charlie Munger sobre la macroeconomía: “If you’re not a little confused by what’s going on, you don’t understand it.”1
A medida que corren los primeros días del 2024, comienzan los nuevos pronósticos por parte de analistas y gestoras de inversión. En general, se comparte una perspectiva de “Goldilocks”2: la inflación se está moviendo en la dirección correcta, nuevas alzas de tasas no serán requeridas, tendremos un “soft landing” en el cual no habrá ninguna recesión relevante, eventualmente la FED bajará las tasas y todo esto es muy bueno para la economía y los mercados.
Este ambiente es ideal para las inversiones tradicionales en renta variable y en renta fija. Además, las tasas continúan altas; podemos colocar el cash a más del 5% y podemos acceder a rendimientos históricamente similares al de las acciones en el mercado de high yield, probablemente con menor volatilidad.
Pero debemos tener en cuenta que el riesgoes lo que no vemos, como lo fue la pandemia en el 2020, la burbuja inmobiliaria en el 2008 o el ataque a las Torres Gemelas en el 2001. Los daños más grandes suceden cuando nadie los espera, y según Howard Marks -cofundador de Oaktree Capital Management-, un importante efecto a tener en cuenta sobre la actual expectativa de Goldilocks es, que da lugar a la desilusión.
Por definición si el riesgo es lo que no vemos no hay mucho para hacer. Sin embargo, Morgan Housel plantea dos posibles soluciones en su nuevo libro Same As Ever:
PREPARARSE COMO CALIFORNIA SE PREPARA PARA UN TERREMOTO
California sabe que un terremoto va a ocurrir. No sabe cuándo, ni dónde ni de qué tamaño será. Sin embargo, las casas y edificios están diseñados para soportarlos y los equipos de emergencia están siempre prontos.
De la misma manera, debemos tener nuestras inversiones y finanzas personales diseñadas para los eventuales riesgos que hoy no estamos viendo. Además, no sorprendernos ni asustarnos cuando ocurran.
EL MARGEN DE SEGURIDAD DEBE SENTIRSE UN POCO DEMASIADO
El nivel de preparación debe sentirse como excesivo, ya que tiene que cubrir eventos que hoy parecen absurdos que sucedan.
Nuestro nivel de ahorro debería sentirse como un poco demasiado y nuestro nivel de deuda debería sentirse un poco menor al que creemos que podemos cubrir. En cuanto a nuestras inversiones, el nivel de riesgo del portafolio de inversión debería ser un poco menor al que creemos que podemos soportar psicológicamente.
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Hay una historia interesante, detallada en el libro de Morgan Housel, que resume esta idea del riesgo. Una historia sobre Harry Houdini:
Houdini hacía un truco en el cual invitaba a la persona más fuerte de la audiencia y le pedía que le pegara con toda su fuerza en el estómago. Era un boxeador amateur entonces podía fortalecer su abdomen y mantener su respiración de tal manera que soportaba cualquier golpe. Después de un show en 1926, Houdini invitó a un grupo de jóvenes a conocerlo detrás del escenario. Gordon Whitehead, un chico que había visto el truco de Houdini, se acercó sin aviso y lo golpeó muy fuerte, creyendo que Houdini podría volver a hacer el truco. Houdini no estaba preparado y falleció unos días después a causa de las heridas.
Tenía una habilidad inigualable para afrontar riesgos. Sobrevivía cuando lo tiraban esposado a un río o lo enterraban en la arena, pero -al no estar preparado- no pudo sobrevivir a un riesgo que nunca vió venir.
Boston, Massachusetts, 1908. Harry Houdini antes de saltar del Puente de Harvard atado con cadenas de pies y manos.
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Sin dudas una trágica historia, que nos muestra como podemos prepararnos para los desafíos conocidos, pero la fragilidad de lo desconocido siempre está presente.
Nos encontramos en un dilema, en el cual sin dudas el actual ambiente es positivo para los mercados financieros, pero tambien existen riesgos que hoy no vemos. Hace sentido hoy, invertir como un optimista pero prepararse como un pesimista.
En nuestros portafolios de inversión esto tal vez significa, que no debemos buscar inversiones complejas fuera de las tradicionales; que hace sentido tener un fondo de emergencia aprovechando que el cash se puede colocar arriba del 5%; y tal vez sea bueno mantener un alto porcentaje en renta fija la cual debería obtener muy buenos resultados -ajustado por volatilidad- en los próximos años.
“We are very good at predicting the future, except for surprises – which tend to be all that matter.”3
Morgan Housel
Manuel Bordaberry
mbordaberry@paullier.com
“Si no estás un poco confundido por lo que está sucediendo, no lo comprendes.” ↩︎
Goldilocks: La referencia proviene del cuento infantil “Ricitos de Oro y los tres osos”, donde la protagonista, Ricitos de Oro, encuentra la sopa que está “ni muy caliente, ni muy fría, sino justa”. ↩︎
“Somos muy buenos prediciendo el futuro, excepto por las sorpresas, que tienden a ser todo lo que importa.” ↩︎