Vale la pena pagar de más por una empresa de calidad

21 de agosto, 2025.

En el artículo La Empresa Ideal, comentamos qué cualidades tiene una empresa de calidad. Sin embargo, al invertir en estas empresas normalmente enfrentamos un dilema. Las empresas de calidad tienen una valuación por encima de la media, por ende surge la pregunta; ¿vale la pena pagar de más por una empresa de calidad?

Estamos atravesando un periodo en el cual varios analistas comienzan a alertar sobre la valuación del mercado accionario. Por ejemplo, Howard Marks en su último memo The Calculus of Value recomienda posicionarse más defensivo en este contexto. Como siempre, escuchamos argumentos de los dos lados:

“El mercado está caro”:

  • El PE ratio1 está por encima de 23. En todos los casos entre 1987-2014 invertir a estos niveles ha dado retornos de entre -2% y 2% por los siguientes 10 años, según un estudio de JP Morgan.
  • Existe incertidumbre sobre cómo las tarifas golpearan al crecimiento económico y a la inflación.
  • El déficit y nivel de deuda de EEUU ponen en juego al dólar como moneda de referencia y al atractivo de los activos americanos como líderes de inversión.

“El mercado no está caro”:

  • Comparado al pasado, el S&P 500 está compuesto por empresas que crecen más rápido, son menos cíclicas, requieren de menor capital, son más rentables y tienen barreras competitivas superiores.
  • La inteligencia artificial logrará un cambio muy positivo de márgenes y productividad en las empresas.

“The S&P 500 has shifted from low margin, asset- and labor-intensive industries (70% manufacturing in 1980) to high margin, innovation-oriented industries (50% of the index today).”2 – Bank of America

Usando distintos múltiplos de valuación, lo que seguro podemos afirmar que el mercado no está barato relativo a su historia. Hoy las “Magníficas 7”3 cotizan a un PE ratio promedio de 33 y el resto de las 493 empresas a 22, el promedio histórico del S&P 500 es cercano a 16. 

Tal vez un periodo interesante para estudiar en este contexto es el Nifty Fifty4 de los 70s. Este era un grupo de acciones con perspectivas tan positivas que cotizaban a un PE ratio promedio de 42, más del doble del 19 del S&P 500 en aquel momento. Estas eran empresas como Xerox, IBM, Polaroid o Coca-Cola.

Las Nifty Fifty tocaron su máximo en 1972 y en ese entonces Coca-Cola y Xerox tenían el mismo PE ratio de 46. Jeremy Seigel hizo un estudio sobre los siguientes 25 años luego de este pico, donde las valuaciones bajaron a tierra. Lo que encontró fue muy interesante.

Seigel se preguntó, con el beneficio de retrospectiva, ¿que PE ratio podría haber pagado en 1972 por estas empresas para igualar el retorno del S&P 500 en los siguientes 25 años? La respuesta es que un inversor tendría que haber pagado un PE ratio de 18 para Xerox y de 92 para Coca-Cola, recuerden que ambas cotizaban a 46. 

¿Como es esto posible? ¿Como pagando cerca de 4 veces más que el S&P 500 por Coca-Cola hubiéramos logrado el mismo retorno? La respuesta está en el interés compuesto.

Consideren el siguiente ejemplo. Si invertimos 1.000 USD por 30 años al 10% anual o al 12.5%, ¿que diferencia final tendremos? La respuesta es 17.449 USD en el primer caso y 34.243 USD en el segundo. La pequeña diferencia de 2,5% acumuladas año a año sobre sus ganancias resultan en una diferencia abismal en el resultado final.

Lo mismo ocurrió con Coca-Cola relativo al S&P 500. En los 25 años siguientes desde 1972, las ganancias por acción de Coca-Cola aumentaron 13.70% anualizado, las del S&P 500 en 8.20%. Por su parte, la acción de Coca-Cola obtuvo una performance cerca de 3% anual superior al S&P 500 (+16% versus +13% anualizado, con dividendos reinvertidos). Esa pequeña diferencia anual, crea una diferencia gigantesca en el largo plazo y compensa el sobreprecio pagado por Coca-Cola.

Encontramos muchísimos ejemplos similares. Para invertir en Starbucks en los 90s nunca hubiéramos conseguido un PE ratio menor a 50. Tampoco hubiéramos conseguido invertir en Mercadolibre abajo de 32 entre 2010 y 2020. Ambas fueron extraordinarias inversiones.

¿Que podemos aprender de todo esto?

Las empresas de calidad normalmente cotizan a valuaciones superiores a la media, pero aquellas empresas que pueden mantener un crecimiento consistente en sus ganancias, año tras año y por mucho tiempo, valen la pena, por más que varios analistas las describan como sobrevaluadas. Charlie Munger también tenía una opinión similar, argumentando que hace sentido pagar un precio superior por la calidad: “If a business earns 18% on capital over 20 or 30 years, even if you pay an expensive-looking price, you’ll end up with one hell of a result.”

Esto no es un argumento para invertir en cualquier empresa de calidad a cualquier precio. En estos momentos es crucial ser selectivos y entender que el PE ratio es simplemente un tipo de valuación con sus limitaciones. Por ejemplo:

  • No es relevante para empresas sin ganancias, ni las de rápido crecimiento que reinvierten todo su capital.
  • Tampoco es muy relevante para empresas que no tienen optimizados sus márgenes.
  • Puede no ser relevante si existen movimientos que distorsionan el número, como por ejemplo movimientos de una inversión en otra acción pública que hace fluctuar las ganancias contables en cada reporte trimestral.

Para estos casos, es más significativo otro tipo de métodos de valuación como el P/CF ratio (price to operating cash flow), PEG ratio (price to earnings growth) o un análisis de flujo de caja descontado (DCF), para luego comparar entre empresas del mismo sector o relativo a la valuación histórica de la misma empresa. Sin embargo, al final del día, será vital entender la historia detrás de estos números. 

“Investing is an art, not a science and those who are trained to rigidly quantify everything are at a huge disadvantage.”5 Peter Lynch

Tal vez es momento de ponerse un poco más defensivo como menciona Howard Marks, aprovechando los retornos contractuales de la renta fija con su natural menor volatilidad. Y para inversiones en renta variable ser más selectivos, invirtiendo en sectores del mercado y en empresas de calidad, a través de fondos de inversión activos o mediante nuestra propia selección.

La clave es encontrar estas empresas que pueden reinvertir consistentemente sus ganancias a tasas altas. Aquellas empresas que tienen las cualidades de la Empresa Ideal; aquellas que tienen barreras competitivas, opcionalidad, fortaleza financiera, skin in the game y buena cultura. El desafío es encontrar la siguiente Coca-Cola y evitar la siguiente Xerox.

Good growth stocks, like good wines, are often worth the price you have to pay.”

Philip Fisher

Ec. Manuel Bordaberry

mbordaberry@paullier.com

  1. P/E ratio (precio/utilidad): indicador que muestra cuántas veces está pagando el mercado las ganancias anuales de una empresa. Se calcula dividiendo el precio de la acción por sus ganancias por acción (EPS). ↩︎
  2. El S&P 500 ha pasado de estar compuesto mayoritariamente por industrias de bajos márgenes, intensivas en activos y mano de obra (con un 70 % de manufactura en 1980), a estar dominado por industrias de altos márgenes, orientadas a la innovación (hoy representan el 50 % del índice) ↩︎
  3. Las denominadas 7 Magnificas son: Apple, Microsoft, Alphabet, Amazon, Meta Platforms, Nvidia, y Tesla, las principales impulsoras del rendimiento del mercado bursátil en los últimos años. ↩︎
  4. Nifty Fifty se le llamó a grupo de 50 grandes empresas americanas de “crecimiento seguro” que se consideraban inversiones casi infalibles a largo plazo. ↩︎
  5. Invertir es un arte no una ciencia, y aquellos que han sido entrenados para cuantificar todo todo de manera rígida están en una gran desventaja. ↩︎

Bear Markets en Perspectiva

7 abril, 2025.

En el mundo de inversiones se habla de los “Bull Markets” y “Bear Markets” cuando hay un movimiento de más de 20%. La analogía es que cuando un toro ataca lo hace levantando sus cuernos hacia arriba, en cambio cuando un oso lo hace utiliza sus garras hacia abajo.

Hoy parece que estamos más cerca de un Bear Market en el S&P 500, en parte como consecuencia de las tarifas arancelarias anunciadas la semana pasada. Las acciones en Japón, China y US Small Caps, ya entraron en un Bear Market. Es un momento en el cual es normal que los inversores se preocupen por sus inversiones en renta variable.

Creo que también es un buen momento para poner los Bear Markets en perspectiva.

Desde 1966, el S&P 500 ha tenido 12 Bull Markets y 12 Bear Markets, pero el 80.2% del tiempo estuvo en un Bull Market y el restante 19.8% en Bear Market. En los Bull Markets, el índice ha logrado un rendimiento anualizado de +21.2% por año. En cambio, en los Bear Markets ha caído -35.5% por año.

Es decir, los Bull Markets son lentos y largos, los Bear Markets son rápidos y cortos.

“Compounding is hard because a bad month can feel longer than a good decade.”1 — Morgan Housel

Históricamente, una caída de -5% ocurre todos los años, en promedio. Una de -10% cada 1.5 años, una de -15% cada 2.5 años y una de -20% cada 4 años.

Cada Bear Market tiene sus propias particularidades, causantes y entorno macroeconómico, político y social. Ejemplos en este siglo:

2000-2002: Burbuja de las PuntoCom
2007-2009: Crisis Financiera Global
2011: Crisis de Deuda en Europa*
2018: Guerra Comercial y Riesgo de Suba de Tasas*
2020: COVID-19

* Las caídas fueron de -19.4% y -19.8% con lo cual no fueron “oficialmente” Bear Markets.

Si sabemos que son comunes, entonces ¿salir antes es la solución?

El problema es que es muy dificil anticiparse a un Bear Market. El riesgo es justamente lo que no vemos, con lo cual es muy dificil de pronosticar que moverá al mercado en el corto plazo. Como dijo el economista canadiense John Kenneth Galbraith: “There are two kinds of forecasters: those who don’t know, and those who don’t know they don’t know.”2

Pero imaginemos que si podemos anticiparnos y vendemos nuestras inversiones antes de la caída, ¿Cuándo volvemos a comprar?

El 78% de los mejores días del S&P 500 ocurren durante un Bear Market o justo después de uno. Es decir, si intentamos esquivar los peores días del mercado, seguramente nos perdamos los mejores también.

Entonces, ¿Qué podemos hacer?

Debemos tener claro nuestro objetivo. Si estamos invertidos en acciones públicas, nuestro foco debe ser el mismo que si invertimos en acciones privadas; el largo plazo.

De la misma manera que no comprarías un campo productivo porque esperas que las lluvias serán buenas el siguiente año. Lo comprarías sabiendo que tendrás malas temporadas y aceptarías el hecho de no poder anticiparlo.

Debemos evitar las decisiones emocionales. Algo que ayuda es pensar en la volatilidad como el precio de corto plazo que debemos pagar para obtener los resultados en el largo plazo.

No podemos controlar cuándo y cómo serán los Bear Markets, pero sí podemos controlar cómo aprovechar la oportunidad. ¿Por qué una oportunidad?

La mayoría de las personas que invierten en acciones son ahorradores netos. Es decir, son inversores que seguramente estén en una etapa de sus vidas que están aportando fondos para invertir. Contraintuitivamente, debería desear que el mercado caiga para así comprar a menores precios.

Hay una frase conocida en Wall Street que dice que “The stock market is the only place things go on sale and everyone runs out of the store screaming.”3

Cada caída del mercado en el pasado parece hoy una oportunidad, pero cada caída futura parece un riesgo. La caída del 2020 con el COVID la vemos hoy como una gran oportunidad de inversión, pero la caída de hoy por las tarifas arancelarias la vemos como un riesgo.

De todas formas, si no lo tomamos como una oportunidad para invertir, por lo menos lo podemos tomar como una oportunidad para realmente saber nuestra tolerancia al riesgo.

Muchos inversores creen tener una tolerancia al riesgo y a la volatilidad, pero es en las caídas del mercado donde realmente encuentran su nivel apropiado. Tal vez, los Bear Markets son los momentos para revisar que tan diversificadas están nuestras inversiones y que exposición queremos realmente tener a las partes más impredecibles del portafolio.



For most investors, 99% of good investing is doing nothing, the other 1% is how you behave when the world is going crazy.4

Morgan Housel

Ec. Manuel Bordaberry

mbordaberry@paullier.com

  1. “Estar invertido en forma continua es duro, un mal mes se siente más largo que una buena década” ↩︎
  2. “Hay dos tipos de pronosticadores: los que no saben, y los que no saben que no saben.” ↩︎
  3. “El mercado accionario es el único lugar donde, cuando hay ofertas todo el mundo sale corriendo” ↩︎
  4. “Para la mayor parte de los inversores 99% de una buena inversión consiste en no hacer nada; el otro 1% es cómo te comportas cuando el mundo se vuelve loco.” ↩︎

La Empresa Ideal

7 de marzo, 2025.

En su libro “Stocks for the long run”Jeremy Siegel argumenta que en el largo plazo las acciones superan al resto de los activos como bonos, oro y efectivo, en términos de retornos ajustados por inflación.

“Time, not timing, is what matters in investing1.” Jeremy Siegel  

Está claro que si vamos a invertir con un horizonte de largo plazo, debemos invertir en acciones, pero ¿Cómo lo hacemos? Hay básicamente tres formas.

  • La Gestión Pasiva: invertir en un índice como el S&P 500, el cual se beneficia de costos muy bajos. Los retornos van a ser -por definición- los del mercado.
  • La Gestión Activa Tercerizada: invertir en un fondo de inversión, con un equipo que gestione las inversiones, es decir, que decida en qué empresas invertiremos, cuándo y qué peso tendrá cada una en el portafolio, a cambio de un costo por la gestión del fondo.
  • La Gestión Activa Propia: elegir nosotros mismos las empresas.

Cada forma de invertir tiene sus ventajas y desventajas pero, ¿Cuál es la mejor alternativa?
Tal vez la mejor forma de invertir sea la que más se adapte a la vida del inversor. O tal vez, una combinación de estas formas sea una manera de diversificar dentro de las distintas formas de gestión. 

Pero si vamos a elegir nosotros mismos las empresas debemos entender el desafío psicológico que conlleva y saber de antemano que pocas empresas serán las responsables de la mayoría de los retornos en el largo plazo. (Lectura complementaria: El desafío de invertir en acciones individuales).

Por otro lado, debemos buscar aquellas empresas de buena calidad, que puedan soportar los desafíos económicos que eventualmente van a tener que enfrentar.

“It is far easier to figure out if something is fragile than to predict the occurrence of an event that may harm it”2. – Nassim Taleb

¿QUÉ CUALIDADES DEBERÍAMOS BUSCAR EN UN EMPRESA IDEAL? Algunas ideas.

1) Una Empresa con Barreras Competitivas
Son barreras que cuidan al negocio frente a competidores. Hay cuatro tipos muy conocidos:

“Network effects”: donde cada nuevo cliente alimenta y fortalece el negocio. Esto sucede por ejemplo con las redes sociales – como Instagram de Meta Platforms (META) – donde cada nuevo usuario hace que la red sea más valiosa y atrae a más usuarios. 
“Switching costs”: donde los costos y riesgos de cambiar de un proveedor son muy altos. Las empresas de software – como Microsoft (MSFT) –  tienen esta ventaja donde cambiarse a una competencia significa tener que migrar a una nueva plataforma y volver a capacitar al personal que utiliza el sistema.
“Low-Cost Production”: donde los costos para una empresa son inferiores al de sus competidores. Por ejemplo, Tesla (TSLA) ha logrado esto a través de una integración vertical, economías de escala y su superioridad en la tecnología de baterías.
“Intangibles Assets”: donde la marca, patente o regulación protege a un negocio. Por ejemplo, la empresa Ferrari (RACE) se ha beneficiado de su marca como barrera competitiva.

Una buena señal de que una empresa tiene barreras competitivas es si muestra “pricing power”. O sea, si logra incrementar los precios sin perder clientes. Por ejemplo, Spotify (SPOT) lo ha hecho recientemente; incrementado los precios de sus suscripciones sin perder usuarios.

Morningstar Wide Moat Focus Index: Indice que refleja el desempeño de empresas estadounidenses con ventajas competitivas sostenibles (wide moats) y atractivas valoraciones.

S&P 500 Index: Indice que mide el desempeño de las 500 empresas más grandes de EE. UU. por capitalización de mercado. Es un referente clave del mercado accionario estadounidense y global.

2) Una Empresa con Opcionalidad
Es cuando una empresa tiene la capacidad y facilidad para expandirse a nuevas líneas de negocios, productos o servicios. Para esto es clave tener un negocio “core” que pueda financiar los nuevos proyectos y un buen equipo de capital humano. ¿Por qué es importante? La historia ha demostrado que las empresas más exitosas descubren nuevos negocios sobre la marcha y aprovechan la oportunidad.
Amazon (AMZN) comenzó vendiendo libros, hoy tiene el servicio de nube AWS. Mercadolibre (MELI) comenzó como un marketplace, luego se expandió a fintech (MercadoPago) y logística (MercadoEnvios). Google (GOOG) tiene un departamento que se llama “Other Bets”, donde si alguno de esos proyectos funciona puede ser muy importante para su futuro, pero si no los son no destruirá la empresa. Estas empresas entienden que la opcionalidad juega un rol muy importante.

3) Una Empresa con Fortaleza Financiera
Para ser exitosos en el largo plazo, es crucial sobrevivir los distintos problemas económicos con los cuales eventualmente las empresas se van a encontrar en el camino. Una  empresa ideal debería tener buen balance con un bajo nivel de deuda, un negocio estable con buenos márgenes y con una diversificación de clientes para evitar los riesgos de concentración. Si es así, la empresa no tendrá que depender de los mercados de capitales para su financiación y tendrá la disponibilidad para invertir en nuevos proyectos internos o para comprar a otra empresa oportunísticamente.

4) Una Empresa con “Skin in the Game”

Estas son empresas donde los ejecutivos y empleados tienen un porcentaje alto del paquete accionario de la empresa. De esta forma, están alineados con los accionistas.


Además, también es una buena señal si los fundadores siguen involucrados, donde su reputación está atada a la performance de la empresa.

5) Una Empresa con buena Cultura de Trabajo


En el largo plazo, las empresas con buena cultura de trabajo logran el éxito. 

Esto se puede buscar en Glassdoor, donde los empleados puntúan la experiencia de trabajar en la empresa y cómo valoran a su CEO.

6) Empresas con una Valuación Atractiva
Invertir en una empresa con una valuación atractiva puede darnos un margen de error en nuestra inversión. Por lo contrario, una valuación excesiva puede transformar una gran empresa en una frágil inversión. Por está razón, es importante diferenciar a la empresa de su acción.
De todas formas, hay que tener en cuenta lo que comentó Warren Buffett respecto a la valuación de una empresa: “a great business at a fair price is superior to a fair business at a great price3.


7) Una Empresa que Entendamos.
Un último punto, es que debemos entender el modelo de negocio de la empresa en la que invertimos. Una empresa puede tener todos los atributos que mencionamos en este artículo, pero si no entendemos bien qué es lo que realmente hace la empresa nunca vamos a tener la convicción para permanecer invertidos en los peores momentos.

Recordando las palabras de Charlie Munger “We have three baskets for investing: yes, no, and too tough to understand.”4

Elegir acciones individuales lleva consigo un costo, esfuerzo y tiempo. Además, el éxito no está garantizado y debemos manejar las emociones muy bien. Pero si lo hacemos bien, es posible generar excelentes retornos y a su vez, aprender más sobre el mundo que nos rodea.

“Nobody can predict interest rates, the future direction of the economy, or the stock market. Dismiss all such forecasts and concentrate on what’s actually happening to the companies in which you have invested.”5 

Peter Lynch

Ec. Manuel Bordaberry

mbordaberry@paullier.com

  1. “Es el Tiempo, y no el momento exacto, lo que importa al invertir.” ↩︎
  2. “Es mucho más fácil determinar si algo es frágil que predecir la ocurrencia de un evento que pueda dañarlo.” ↩︎
  3. “Un gran negocio a un precio justo es mejor que un negocio aceptable a un gran precio.” ↩︎
  4. “Tenemos tres categorías para invertir: sí, no y demasiado difícil de entender.” ↩︎
  5. “Nadie puede predecir el rumbo de las tasas de interes, la direccion de la economía, o el mercado accionario. Deja todo eso de lado, y concéntrate en lo que realmente está ocurriendo con las empresas en las que has invertido.” ↩︎

“Diworsification”

18 de octubre, 2024

Desde chicos nos enseñan el refrán “no pongas todos los huevos en la misma canasta”. Esto tiene lógica en muchos ámbitos de la vida, incluidas las inversiones.

Hoy en día es muy fácil diversificar nuestras inversiones. Podemos diversificar en la selección de empresas a través de fondos de inversión, índices o armando una canasta nosotros mismos. También podemos diversificar en el timing de entrada, a través de compras programadas y automatizadas. Haciendo inversiones recurrentes en un índice como el S&P 500, un inversor no profesional puede acceder a una diversificación de empresas y de timing, a un muy bajo costo. Muchos no precisan más que eso para lograr sus objetivos de largo plazo.

En cambio, el inversor profesional debería buscar oportunidades donde tiene las chances a su favor y concentrar allí sus inversiones, ya que hay un punto en el cual la diversificación empieza a ser contraproducente.

“Students learn that the whole secret of investment is diversification, that is the mantra. They’ve got it exactly backward. The whole secret of investment is to find places where it’s safe and wise to non diversify. It’s just that simple. Diversification is for the less experienced investor, it’s not for the professional.”1 – Charlie Munger

El concepto de “diworsification” es un término creado por Peter Lynch que sugiere que cuando diversificamos demasiado el rendimiento empeora en vez de mejorar. Lynch daba el ejemplo de las empresas que se expanden en demasiadas verticales, destinando tiempo, energía y recursos. Estas pierden el foco y descuidan su actividad principal.

Lo mismo puede pasar con un portafolio de inversión. Al abarcar demasiados activos se reduce la importancia de cada inversión y tomamos decisiones sin la adecuada investigación y convicción.

En el caso puntual de las acciones, los datos apuntan a que los beneficios de la diversificación se pierden luego de aproximadamente 25 acciones. A su vez, cuantas más acciones tengamos más parecido va ser el rendimiento al de los índices, con lo cual no hace sentido el costo mental ni transaccional implícito.

Algunas ideas para repensar el concepto de diversificación:

  Los “20 slots” de Warren Buffett

Warren Buffett sugiere que imaginemos un caso hipotético; en el transcurso de nuestras vidas solamente podemos hacer 20 inversiones en total. Si este fuera el caso, Buffett comenta que pensaríamos detenidamente cada inversión, seríamos selectivos y nos enfocaríamos en buscar las mejores oportunidades en las que tengamos una verdadera convicción. El concepto refleja los beneficios de limitar la cantidad de inversiones.

Diversificación significa aceptar altibajos temporales.

Al diversificar, siempre habrá algunas inversiones que no están rindiendo tan bien como otras, en ciertos momentos. Esto es normal por definición y es algo que debemos aceptar; debemos estar dispuestos a perder para ganar.

Concentrar para incrementar nuestro patrimonio, diversificar para conservarlo.

No diversificar puede ser una buena estrategia para quienes buscan aumentar su patrimonio rápidamente. Por ejemplo, Elon Musk, la persona más rica del mundo, logró prácticamente toda su fortuna con una única inversión: Tesla. En cambio, diversificar es más útil para quienes quieren proteger su patrimonio, ya que minimiza el resultado total de una mala inversión puntual. Sin embargo, a veces diversificar no es suficiente.

Diversificación no es lo mismo que resiliencia.

Tener varias inversiones diferentes no siempre significa que nuestro portafolio sea resiliente. La resiliencia significa que pase lo que pase en la economía o en nuestras vidas personales, estaremos preparados para afrontar los desafíos. En nuestras inversiones, la calidad es más importante que la cantidad.

Un paso más, la Antifragilidad

En su libro “Antifrágil: Las cosas que se benefician del desorden”Nassim Taleb introduce el término para describir empresas o individuos que no solo resisten el estrés sino que se fortalecen y mejoran como consecuencia. Define a la fragilidad como algo que se daña o rompe fácilmente bajo presión, como un vaso. La resiliencia a algo que resiste el estrés sin cambios, como un puente que soporta terremotos. Y por último, la antifragilidad; aquello que resiste el estrés pero además lo utiliza para crecer y mejorar. Por ejemplo, los músculos al entrenar.

Podemos intentar invertir en empresas que sean antifrágiles, construir portafolios antifrágiles pero también podemos buscar serlo nosotros mismos con nuestras finanzas personales. Esto significa no tener deudas significativas, mantener un fondo de emergencia y varias fuentes de ingresos. 

It is far easier to figure out if something is fragile than to predict the occurrence of an event that may harm it”2. – Nassim Taleb


Está bien poner los huevos en distintas canastas, pero hay que asegurarse de que sean buenas canastas y entender que únicamente tenemos dos manos para llevarlas.

Cuanto más pones en el plato, más fácil es esconder. Cuanto más quitas, no hay dónde esconderse: tiene que ser bueno.”

Wylie Dufresne, Chef.

Ec. Manuel Bordaberry

mbordaberry@paullier.com

  1. Los estudiantes aprenden que el gran secreto de la inversión es la diversificación, ese es el mantra. Lo tienen completamente al revés. El verdadero secreto de las inversiones es encontrar lugares donde sea seguro y prudente no diversificar. Es así de simple. La diversificación es para los inversores menos experimentados, no para los profesionales. ↩︎
  2. Es mucho más fácil determinar si algo es frágil que predecir la ocurrencia de un evento que pueda dañarlo. ↩︎

De la Intuición a la Estrategia: Entendiendo las Decisiones Financieras.

27 de agosto, 2024.

Tomar una decisión implica seleccionar una opción entre varias alternativas para resolver una situación. Aunque enfrentamos en promedio unas 35.000 decisiones al día, alrededor del 99%, son automáticas1, lo que significa que solo el 1% de las decisiones las tomamos de manera consciente y deliberada.

Existen numerosas teorías que descomponen el proceso de toma de decisiones en pasos específicos. Sin embargo, al aplicar la neurociencia a estos estudios, se ha revelado que las emociones juegan un papel crucial en nuestras elecciones.

Por un lado, nuestras decisiones están influidas por sesgos cognitivos, que se desarrollan a partir de nuestra cultura y educación. Por otro lado, las experiencias personales también moldean nuestra manera de actuar. Además, factores emocionales como el estrés o la euforia pueden tener un impacto significativo en el proceso de toma de decisiones.

Entender la psicología humana que actúa en el proceso de toma de decisiones es un área de estudio que está subestimada y representa ventajas exclusivas para aquellos inversores más racionales. 

El Premio Nobel Daniel Kahneman (1934 – 2024) describe dos modos de pensamiento que denomina “Sistema 1” y “Sistema 2”. El primero es rápido, automático e intuitivo, operando prácticamente sin esfuerzo consciente. Se activa cuando se requiere una decisión inmediata y se basa principalmente en la experiencia de la persona. En contraste, el sistema 2 es lento, consciente y deliberado y se usa para procesos más complejos de decisión, que requieran razonamiento y reflexión.

The automatic operations of System 1 generate surprisingly complex patterns of ideas, but only the slower System 2 can construct thoughts in an orderly series of steps.2

– Daniel Kahneman in Thinking, Fast and Slow

En el ámbito financiero las decisiones pueden ir desde como invertir los ahorros personales o empresariales hasta la elección de formas de pago de las deudas, haciendo que la toma de decisiones adquiera impacto significativo en el bienestar financiero.

Alrededor de una decisión, se encuentran factores que están dentro y fuera de nuestro control. Como afirma Barry Ritholtz, es importante centrarse en aquellos que sí podemos manejar, considerando nuestros objetivos y recursos disponibles.

Cuatro aspectos concretos en los que podemos centrarnos:

  • METAS Y OBJETIVOS FINANCIEROS
    Es importante tener claros los objetivos de corto y largo plazo que tenemos, para evaluar si una decisión nos acerca o aleja de los mismos.

  • PRESUPUESTO Y FLUJO DE EFECTIVO
    Es fundamental visualizar esto para la correcta toma de decisiones. Debemos saber el dinero que tenemos disponible y nuestras necesidades, para que los flujos estén alineados.

  • RIESGO Y RECOMPENSA
    Debemos preguntarnos ¿Qué nivel de riesgo que estamos dispuestos a asumir para una determinada recompensa?

  • INVESTIGAR E INFORMARNOS
    Investigar y educarnos sobre las diferentes opciones disponibles es clave. Esto nos permitirá tomar decisiones fundamentadas y evitar errores que podrían terminar siendo muy costosos.

Las decisiones financieras son un componente crítico en la construcción de una base económica sólida y en la consecución de objetivos financieros. Ya sea a nivel personal o empresarial, una toma de decisiones bien fundamentada y estratégica puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso. Invertir tiempo en la educación financiera, buscar asesoramiento profesional y mantener una perspectiva de largo plazo son pasos fundamentales para asegurar que las decisiones financieras contribuyan positivamente al bienestar y crecimiento económico.

“I insist on a lot of time being spent, almost every day, to just sit and think. (…) I read and think. So I do more reading and thinking, and make less impulse decisions than most people in business.”3

Warren Buffett

Cra. Elisa Chiarino

echiarino@paullier.com

  1. Según un estudio realizado por la consultora Lightspeed Research a pedido de Huawei en 2018. ↩︎
  2. Las operaciones automáticas del Sistema 1 generan patrones de ideas sorprendentemente complejos, pero solo el más lento Sistema 2 puede construir pensamientos en una serie ordenada de pasos. “Pensar rapido, pensar despacio” Daniel Kahneman. ↩︎
  3. “Insisto en dedicar mucho tiempo casi todos los días, solo para sentarme y pensar. (…) Leo y pienso. Así que leo y pienso más, y tomo menos decisiones impulsivas que la mayoría de las personas en los negocios.” ↩︎