LA MITAD DEL VASO LLENO

26 de octubre, 2022.

Este ha sido un año duro para los inversores en los mercados financieros. El S&P 500 ha caído cerca de -20% y otras partes más volátiles del mercado como el índice de tecnología Nasdaq, cerca de -30%. Individualmente, acciones como Disney, Tesla, o Nike han caído -33%, -38% y -45% respectivamente en lo que va del año. Como las tasas han aumentado los bonos también se han visto golpeados, con el índice de bonos globales también abajo cerca de -20% en el año.

Lo atípico de este año es que se ha dado simultáneamente una caída en acciones y en bonos, y que ha sido de una magnitud significativa. Esto se puede visualizar en la siguiente gráfica:

RENDIMIENTO DE ACCIONES VERSUS BONOS 1926 – 2022

Esto ha provocado que un típico inversor expuesto a los activos financieros tradicionales vea su portafolio cerca de -20% abajo en lo que va del año. A nadie le gusta ver una caída en sus inversiones de este tamaño, pero hay algunas implicancias positivas que podemos resaltar de esta situación en la que nos encontramos.

Por un lado, están los inversores jóvenes, estos que han comenzado a invertir recientemente o los que todavía nunca han invertido. Estos inversores tienen una ventaja frente al resto; tienen más tiempo. Por ende, pueden invertir con un horizonte temporal más largo los fondos que no van a precisar por los próximos años, sin preocuparse por la eventual volatilidad con la cual se pueden encontrar. Para un inversor de este tipo, acumular acciones y bonos a mejores valuaciones y tasas es el escenario ideal. Contraintuitivamente, este inversor debería estar feliz de que el mercado caiga.

Por otro lado, están los inversores que han estado invirtiendo durante años pero que todavía tienen tiempo antes de jubilarse o de necesitar estos fondos. Lo positivo para este grupo es que seguramente son personas que se encuentran en su pico de ingresos laborales. Obviamente ver caer el valor de sus inversiones es algo que no quieren, pero la realidad es que el mercado les está dando mejores oportunidades respecto a los últimos años para seguir invirtiendo justamente en los años donde su poder ahorrativo probablemente sea mayor.

Finalmente, están los inversores que van a precisar próximamente los fondos, por ejemplo los que están cerca de su jubilación. Podríamos decir que estos son los más perjudicados por la caída de los mercados, pero también podemos ver el lado positivo. Después de años donde no habían tasas atractivas en la renta fija, hoy nos encontramos con un panorama distinto. Como ejemplo, estas son las tasas de interés de los bonos del gobierno americano, a principio de año y a la fecha:

Estos inversores, próximos a necesitar los fondos, hoy pueden aprovechar la suba de tasas para hacer colocaciones en el sector más defensivo del portafolio, aprovechando las certezas y la baja volatilidad que otorgan los bonos respecto a otras inversiones. Por ejemplo, un inversor podría colocarse al 4,55% a un año en un bono americano, el cual es considerado libre de riesgo de default. A principio del año podían hacerlo tan solo al 0,40%. 

Este es sin dudas un año históricamente atípico y ser inversor en este año no ha sido fácil. Pero en vez de mirar la mitad vacía del vaso, podemos ver la otra mitad.


“El pasado no fue tan maravilloso como recordás, el presente no es tan malo como creés, y el futuro va a ser mejor de lo que estimás.”

Morgan Housel

Ec. Manuel Bordaberry

mbordaberry@paullier.com

IN YOUR CONTROL – por Barry Ritholtz

27 de setiembre, 2022.

Sobre el autor: Barry Ritholtz

¿QUÉ COSAS ESTÁN BAJO NUESTRO CONTROL?

La semana pasada los mercados accionarios globales perdieron 5% o mas. Desde comienzos de año el índice S&P 500 viene perdiendo más de 23%; el Russell 2000 small caps más de 26%; Mercados emergentes han caído casi 28%; y el índice de tecnología Nasdaq mas de 31%. Dejando las bromas de lado, setiembre haciendo honor a su reputación, ha sido un mes desafiante para las acciones.

Con frecuencia me preguntan como me afecta a mí el mercado – mi mente, mis emociones, y mi comportamiento. Mi respuesta es breve y muy Zen: Entiendo qué cosas no puedo controlar, y me adapto a ello.

Hablemos de ese enfoque Zen de reconocer lo que realmente está bajo nuestro control y las cosas sobre las cuales no tenemos absolutamente ninguna influencia en sus resultados. Es notable que la mayoría de lo que discutimos, leemos, escuchamos y vemos son cosas fuera de nuestro control.

Que cosas NO podemos controlar:

Mercados: En primer lugar, no tenemos ningún control sobre los mercados. Ninguno en absoluto. Nuestras compras y ventas, ya sean de unos pocos miles o incluso millones de dólares en acciones, no impactan los mercados de capitales que valen billones de dólares. Los mercados harán lo que hagan sin importar nuestra insignificante existencia.

Economía: PBI, contrataciones y salarios, gasto del consumidor, producción industrial, construcción de viviendas, y así sigue la lista. Como uno de los 330 millones de personas, nuestro nivel de gasto ni siquiera es un error de redondeo.

¿Necesito continuar? Tal vez contribuyas a la inflación, pero es infinitesimal; seguramente no tenemos ninguna influencia en la Reserva Federal o en las tasas de interés. ¿El iPhone que acabo de comprar? No va a impactar las ganancias corporativas ni un ápice. Del mismo modo, incidimos ni mínimamente en la volatilidad o en las caídas; ciertamente, no tenemos ningún impacto en lo que se reporta en las noticias, ni determinaremos el resultado de las elecciones nacionales o locales.

Que cosas SI podemos controlar:

Nuestro Portafolio: Queremos tener un portafolio lo suficientemente robusto para soportar caídas y recesiones; no necesariamente el mejor conjunto de activos posible, sino aquellos con los que podamos vivir día tras día. Esto significa que debe ser adecuado para el nivel de riesgo con el que nos sintamos cómodos. Esto incluye una asignación de activos amplia que incluya una diversificación completa de clases de activos, geografías, etc.

Entonces debemos tener un plan financiero, para que quede claro para qué estamos invirtiendo, y así podamos ver cómo estamos progresando hacia esos objetivos.

Debemos ahorrar suficiente en relación con nuestros ingresos, viviendo dentro de nuestras posibilidades.

Lo que consumimos en los medios de comunicación también está bajo nuestro control: ¿estás leyendo demasiado pesimismo extremo? ¿o quizás opiniones muy sesgadas? Es probable que esto esté afectando tu perspectiva de manera negativa.

Todo se reduce a un aspecto importante que esta bajo tu control: tu propio comportamiento.
Si podes dominar eso, es casi imposible que no tengas éxito como inversor en el largo plazo.

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