Vale la pena pagar de más por una empresa de calidad

21 de agosto, 2025.

En el artículo La Empresa Ideal, comentamos qué cualidades tiene una empresa de calidad. Sin embargo, al invertir en estas empresas normalmente enfrentamos un dilema. Las empresas de calidad tienen una valuación por encima de la media, por ende surge la pregunta; ¿vale la pena pagar de más por una empresa de calidad?

Estamos atravesando un periodo en el cual varios analistas comienzan a alertar sobre la valuación del mercado accionario. Por ejemplo, Howard Marks en su último memo The Calculus of Value recomienda posicionarse más defensivo en este contexto. Como siempre, escuchamos argumentos de los dos lados:

“El mercado está caro”:

  • El PE ratio1 está por encima de 23. En todos los casos entre 1987-2014 invertir a estos niveles ha dado retornos de entre -2% y 2% por los siguientes 10 años, según un estudio de JP Morgan.
  • Existe incertidumbre sobre cómo las tarifas golpearan al crecimiento económico y a la inflación.
  • El déficit y nivel de deuda de EEUU ponen en juego al dólar como moneda de referencia y al atractivo de los activos americanos como líderes de inversión.

“El mercado no está caro”:

  • Comparado al pasado, el S&P 500 está compuesto por empresas que crecen más rápido, son menos cíclicas, requieren de menor capital, son más rentables y tienen barreras competitivas superiores.
  • La inteligencia artificial logrará un cambio muy positivo de márgenes y productividad en las empresas.

“The S&P 500 has shifted from low margin, asset- and labor-intensive industries (70% manufacturing in 1980) to high margin, innovation-oriented industries (50% of the index today).”2 – Bank of America

Usando distintos múltiplos de valuación, lo que seguro podemos afirmar que el mercado no está barato relativo a su historia. Hoy las “Magníficas 7”3 cotizan a un PE ratio promedio de 33 y el resto de las 493 empresas a 22, el promedio histórico del S&P 500 es cercano a 16. 

Tal vez un periodo interesante para estudiar en este contexto es el Nifty Fifty4 de los 70s. Este era un grupo de acciones con perspectivas tan positivas que cotizaban a un PE ratio promedio de 42, más del doble del 19 del S&P 500 en aquel momento. Estas eran empresas como Xerox, IBM, Polaroid o Coca-Cola.

Las Nifty Fifty tocaron su máximo en 1972 y en ese entonces Coca-Cola y Xerox tenían el mismo PE ratio de 46. Jeremy Seigel hizo un estudio sobre los siguientes 25 años luego de este pico, donde las valuaciones bajaron a tierra. Lo que encontró fue muy interesante.

Seigel se preguntó, con el beneficio de retrospectiva, ¿que PE ratio podría haber pagado en 1972 por estas empresas para igualar el retorno del S&P 500 en los siguientes 25 años? La respuesta es que un inversor tendría que haber pagado un PE ratio de 18 para Xerox y de 92 para Coca-Cola, recuerden que ambas cotizaban a 46. 

¿Como es esto posible? ¿Como pagando cerca de 4 veces más que el S&P 500 por Coca-Cola hubiéramos logrado el mismo retorno? La respuesta está en el interés compuesto.

Consideren el siguiente ejemplo. Si invertimos 1.000 USD por 30 años al 10% anual o al 12.5%, ¿que diferencia final tendremos? La respuesta es 17.449 USD en el primer caso y 34.243 USD en el segundo. La pequeña diferencia de 2,5% acumuladas año a año sobre sus ganancias resultan en una diferencia abismal en el resultado final.

Lo mismo ocurrió con Coca-Cola relativo al S&P 500. En los 25 años siguientes desde 1972, las ganancias por acción de Coca-Cola aumentaron 13.70% anualizado, las del S&P 500 en 8.20%. Por su parte, la acción de Coca-Cola obtuvo una performance cerca de 3% anual superior al S&P 500 (+16% versus +13% anualizado, con dividendos reinvertidos). Esa pequeña diferencia anual, crea una diferencia gigantesca en el largo plazo y compensa el sobreprecio pagado por Coca-Cola.

Encontramos muchísimos ejemplos similares. Para invertir en Starbucks en los 90s nunca hubiéramos conseguido un PE ratio menor a 50. Tampoco hubiéramos conseguido invertir en Mercadolibre abajo de 32 entre 2010 y 2020. Ambas fueron extraordinarias inversiones.

¿Que podemos aprender de todo esto?

Las empresas de calidad normalmente cotizan a valuaciones superiores a la media, pero aquellas empresas que pueden mantener un crecimiento consistente en sus ganancias, año tras año y por mucho tiempo, valen la pena, por más que varios analistas las describan como sobrevaluadas. Charlie Munger también tenía una opinión similar, argumentando que hace sentido pagar un precio superior por la calidad: “If a business earns 18% on capital over 20 or 30 years, even if you pay an expensive-looking price, you’ll end up with one hell of a result.”

Esto no es un argumento para invertir en cualquier empresa de calidad a cualquier precio. En estos momentos es crucial ser selectivos y entender que el PE ratio es simplemente un tipo de valuación con sus limitaciones. Por ejemplo:

  • No es relevante para empresas sin ganancias, ni las de rápido crecimiento que reinvierten todo su capital.
  • Tampoco es muy relevante para empresas que no tienen optimizados sus márgenes.
  • Puede no ser relevante si existen movimientos que distorsionan el número, como por ejemplo movimientos de una inversión en otra acción pública que hace fluctuar las ganancias contables en cada reporte trimestral.

Para estos casos, es más significativo otro tipo de métodos de valuación como el P/CF ratio (price to operating cash flow), PEG ratio (price to earnings growth) o un análisis de flujo de caja descontado (DCF), para luego comparar entre empresas del mismo sector o relativo a la valuación histórica de la misma empresa. Sin embargo, al final del día, será vital entender la historia detrás de estos números. 

“Investing is an art, not a science and those who are trained to rigidly quantify everything are at a huge disadvantage.”5 Peter Lynch

Tal vez es momento de ponerse un poco más defensivo como menciona Howard Marks, aprovechando los retornos contractuales de la renta fija con su natural menor volatilidad. Y para inversiones en renta variable ser más selectivos, invirtiendo en sectores del mercado y en empresas de calidad, a través de fondos de inversión activos o mediante nuestra propia selección.

La clave es encontrar estas empresas que pueden reinvertir consistentemente sus ganancias a tasas altas. Aquellas empresas que tienen las cualidades de la Empresa Ideal; aquellas que tienen barreras competitivas, opcionalidad, fortaleza financiera, skin in the game y buena cultura. El desafío es encontrar la siguiente Coca-Cola y evitar la siguiente Xerox.

Good growth stocks, like good wines, are often worth the price you have to pay.”

Philip Fisher

Ec. Manuel Bordaberry

mbordaberry@paullier.com

  1. P/E ratio (precio/utilidad): indicador que muestra cuántas veces está pagando el mercado las ganancias anuales de una empresa. Se calcula dividiendo el precio de la acción por sus ganancias por acción (EPS). ↩︎
  2. El S&P 500 ha pasado de estar compuesto mayoritariamente por industrias de bajos márgenes, intensivas en activos y mano de obra (con un 70 % de manufactura en 1980), a estar dominado por industrias de altos márgenes, orientadas a la innovación (hoy representan el 50 % del índice) ↩︎
  3. Las denominadas 7 Magnificas son: Apple, Microsoft, Alphabet, Amazon, Meta Platforms, Nvidia, y Tesla, las principales impulsoras del rendimiento del mercado bursátil en los últimos años. ↩︎
  4. Nifty Fifty se le llamó a grupo de 50 grandes empresas americanas de “crecimiento seguro” que se consideraban inversiones casi infalibles a largo plazo. ↩︎
  5. Invertir es un arte no una ciencia, y aquellos que han sido entrenados para cuantificar todo todo de manera rígida están en una gran desventaja. ↩︎

Plantá el árbol hoy: empezá a construir tu salud financiera

30 de Julio, 2025.

“El mejor momento para plantar un árbol fue hace veinte años. El segundo mejor momento es ahora.”

Este antiguo proverbio chino encierra una sabiduría ancestral poderosa: nunca es demasiado tarde para empezar con algo importante. En el mundo de las finanzas personales, ese árbol puede ser el ahorro, la inversión o simplemente el hábito de mirar de cerca nuestras cuentas con intención y propósito.

La Encuesta Nacional de Capacidades Financieras, realizada por el Banco Central del Uruguay (BCU) junto con CAF, muestra que aunque más del 90 % de los uruguayos comprende conceptos clave como inflación, riesgo e interés, la práctica del ahorro y la planificación financiera sigue siendo débil.

¿Qué nos dice el estudio?

  • 63 % de los uruguayos declara que no llega a fin de mes con sus ingresos.
  • Apenas 11 % afirma que le sobra dinero al final del mes.
  • Solo 1 de cada 3 personas ha logrado ahorrar en el último año.
  • Los métodos más comunes de ahorro siguen siendo cuentas bancarias (55 %)dinero guardado en casa (52 %) y moneda extranjera (38 %).

Fuente: Primera Encuesta Nacional de Capacidades Financieras CAF BCU, 2024.

Estos datos reflejan una realidad que preocupa: sabemos, pero no aplicamos. No es necesariamente por falta de voluntad, quizás el contexto o la rutina hacen que ahorrar se sienta difícil, incluso inalcanzable. A eso se suma que muchas personas, aún contando con empleo formal, no tienen garantías sólidas sobre cómo será su jubilación futura. Las recientes discusiones en torno a la sostenibilidad de las cajas previsionales en Uruguay nos recuerdan que, más allá de lo que pueda ofrecer el sistema, desarrollar hábitos de ahorro e inversión es la mejor forma de cuidar nuestra libertad y autonomía a largo plazo.

Como dijo Warren Buffett: “No ahorres lo que te queda después de gastar; gasta lo que te queda después de ahorrar.”

Este es solo un cambio de enfoque. No se trata de esperar a “tener más” para empezar, sino dedarle prioridad al ahorro, por pequeño que sea, como un potente acto de autocuidado. Porque al final del día, somos nuestro principal accionista: cada elección que hacemos hoy impacta directamente en el valor que construimos para nuestro futuro. La salud financiera, como la salud física, se construye con pequeños hábitos diarios: separar una parte del ingreso antes de gastar, evitar compromisos que no estemos seguros de poder sostener, y entender en qué medida nuestras elecciones hoy impactan el mañana.

Hablar de salud financiera no es lo mismo que hablar de riqueza. Es hablar de equilibrio. Implica poder cubrir los gastos del día a día sin sobresaltos, tener un pequeño colchón para imprevistos, manejar las deudas de forma sostenible y sentirse con la tranquilidad de que hay un rumbo. No se trata de vivir con miedo al gasto, sino de usar los recursos con inteligencia, sabiendo que cada decisión suma o resta al bienestar financiero general.

Iniciar ese camino ahora, sin esperar a tener “más tiempo” o “mejor sueldo”, es una forma de tomar el control. Como cuando se planta un árbol, puede que al principio el esfuerzo pueda parecer inútil, pero con el tiempo crece, da frutos, da refugio, y nos cambia la manera de relacionarnos con el dinero, no desde la urgencia o la preocupación, sino desde la calma.

Te comparto un ejemplo real que siempre me impacta, sobre cómo empezar antes marca la diferencia:

A veces lo más valioso no es cuánto invertimos, sino cuándo decidimos empezar. Y aunque desafía la lógica, cada año cuenta, y mucho. Si todavía no empezaste, este es un gran momento.

Andrea Sanguinetti

asanguinetti@paullier.com

¿Cómo hacer trabajar los fondos de tu empresa?

23 de Mayo, 2025.

¿Sabías que 27% de la ganancia neta de Airbnb en 2024 provino de ingresos financieros?

En un entorno empresarial cada vez más competitivo, una gestión eficiente de la liquidez puede marcar la diferencia. Muchas empresas mantienen saldos ociosos en cuentas corrientes por prudencia, sin advertir que esa liquidez bien planificada, e invertida en instrumentos adecuados de corto o mediano plazo, puede convertirse en una fuente adicional de rentabilidad.

Aprovechar estos recursos sin comprometer la operativa es una estrategia concreta para fortalecer las finanzas de la empresa y optimizar el uso del capital.

Cuando hablamos de liquidez nos referimos al dinero disponible que tiene la empresa para hacer frente a sus obligaciones inmediatas: los saldos en cuenta corriente, los fondos en caja o cualquier otro recurso que pueda utilizarse rápidamente sin afectar la operativa. Para una empresa, tener una buena liquidez significa estar preparada para cubrir tanto gastos inesperados como recurrentes.

Sin embargo, mantener toda la liquidez en cuentas que no generan rendimiento, renunciando a retornos sobre un capital que permanece inactivo, hoy en día significa perder oportunidades.
En un escenario con tasas atractivas, esta inacción puede representar un costo silencioso pero real. La clave está en encontrar un equilibrio entre mantener fondos disponibles y hacer que esos recursos generen beneficios.

Una buena planificación financiera permite obtener rendimientos de manera alineada con las necesidades de la empresa. Es fundamental que las inversiones se planifiquen teniendo en cuenta los plazos en los que la empresa necesitará acceso a los fondos.

A modo de ejemplo, si dentro de la planificación está marcado un pago importante que se deberá desembolsar dentro de determinados meses, se puede optar por invertir los fondos destinados a este pago en inversiones de bajo riesgo cuyo vencimiento encaje justo antes de esa fecha, como US Treasuries (USD) o Letras de Regulación Monetaria ($).

Si por otra parte necesitas mantener un nivel alto de liquidez para los gastos previstos pero no programables, podrías optar por inversiones de corto plazo como por ejemplo Fondos de Inversión, que te permiten acceder a los fondos rápidamente en caso de necesidad.

Una opción concreta para hacer trabajar la liquidez de las empresas es invertir parte de los saldos disponibles en Letras de Tesorería, que ofrecen múltiples beneficios. Tanto en pesos uruguayos como en dólares permiten obtener un rendimiento real positivo (mayor a la inflación). Además, estas inversiones pueden impactar favorablemente en el cálculo del Impuesto al Patrimonio y del IRAE. Son instrumentos líquidos, y se ofrecen variedad de plazos, lo que facilita adaptar las colocaciones al flujo de fondos esperados y escalonar vencimientos. A esto se suma la solidez institucional, ya que las letras en pesos están respaldadas por el Banco Central del Uruguay, y en dólares, por la Reserva Federal de Estados Unidos.

Como solución para cuando no tenemos claro cuándo necesitaremos disponer de la liquidez, existen Fondos de Inversión denominados Money Market tanto en pesos como en dólares, que nos permiten estar invertidos en forma continua, y solicitar la venta cuando se necesite.

Hoy en día el mercado ofrece condiciones que durante mucho tiempo estuvieron ausentes: existen alternativas viables, eficientes y con retornos atractivos. Luego de años en los que los instrumentos de bajo riesgo ofrecían rendimientos mínimos o nulos, el escenario actual permite repensar la estrategia financiera.

Rendimiento de la Letra de Tesorería en Dolares – últimos 10 años

La liquidez no tiene por qué ser sinónimo de inactividad. Con una buena planificación y la elección de instrumentos adecuados, es posible transformar los fondos disponibles en una herramienta de generación de valor. Identificar oportunidades y alinearlas con las necesidades operativas del negocio es un paso clave para fortalecer la salud financiera de la empresa y agregar valor desde la gestión de sus recursos más inmediatos.

“No dependas de un solo ingreso. Invierte para crear una segunda fuente.” – Warren Buffett

Cr. Federico Fenocchi

ffenocchi@paullier.com

Bear Markets en Perspectiva

7 abril, 2025.

En el mundo de inversiones se habla de los “Bull Markets” y “Bear Markets” cuando hay un movimiento de más de 20%. La analogía es que cuando un toro ataca lo hace levantando sus cuernos hacia arriba, en cambio cuando un oso lo hace utiliza sus garras hacia abajo.

Hoy parece que estamos más cerca de un Bear Market en el S&P 500, en parte como consecuencia de las tarifas arancelarias anunciadas la semana pasada. Las acciones en Japón, China y US Small Caps, ya entraron en un Bear Market. Es un momento en el cual es normal que los inversores se preocupen por sus inversiones en renta variable.

Creo que también es un buen momento para poner los Bear Markets en perspectiva.

Desde 1966, el S&P 500 ha tenido 12 Bull Markets y 12 Bear Markets, pero el 80.2% del tiempo estuvo en un Bull Market y el restante 19.8% en Bear Market. En los Bull Markets, el índice ha logrado un rendimiento anualizado de +21.2% por año. En cambio, en los Bear Markets ha caído -35.5% por año.

Es decir, los Bull Markets son lentos y largos, los Bear Markets son rápidos y cortos.

“Compounding is hard because a bad month can feel longer than a good decade.”1 — Morgan Housel

Históricamente, una caída de -5% ocurre todos los años, en promedio. Una de -10% cada 1.5 años, una de -15% cada 2.5 años y una de -20% cada 4 años.

Cada Bear Market tiene sus propias particularidades, causantes y entorno macroeconómico, político y social. Ejemplos en este siglo:

2000-2002: Burbuja de las PuntoCom
2007-2009: Crisis Financiera Global
2011: Crisis de Deuda en Europa*
2018: Guerra Comercial y Riesgo de Suba de Tasas*
2020: COVID-19

* Las caídas fueron de -19.4% y -19.8% con lo cual no fueron “oficialmente” Bear Markets.

Si sabemos que son comunes, entonces ¿salir antes es la solución?

El problema es que es muy dificil anticiparse a un Bear Market. El riesgo es justamente lo que no vemos, con lo cual es muy dificil de pronosticar que moverá al mercado en el corto plazo. Como dijo el economista canadiense John Kenneth Galbraith: “There are two kinds of forecasters: those who don’t know, and those who don’t know they don’t know.”2

Pero imaginemos que si podemos anticiparnos y vendemos nuestras inversiones antes de la caída, ¿Cuándo volvemos a comprar?

El 78% de los mejores días del S&P 500 ocurren durante un Bear Market o justo después de uno. Es decir, si intentamos esquivar los peores días del mercado, seguramente nos perdamos los mejores también.

Entonces, ¿Qué podemos hacer?

Debemos tener claro nuestro objetivo. Si estamos invertidos en acciones públicas, nuestro foco debe ser el mismo que si invertimos en acciones privadas; el largo plazo.

De la misma manera que no comprarías un campo productivo porque esperas que las lluvias serán buenas el siguiente año. Lo comprarías sabiendo que tendrás malas temporadas y aceptarías el hecho de no poder anticiparlo.

Debemos evitar las decisiones emocionales. Algo que ayuda es pensar en la volatilidad como el precio de corto plazo que debemos pagar para obtener los resultados en el largo plazo.

No podemos controlar cuándo y cómo serán los Bear Markets, pero sí podemos controlar cómo aprovechar la oportunidad. ¿Por qué una oportunidad?

La mayoría de las personas que invierten en acciones son ahorradores netos. Es decir, son inversores que seguramente estén en una etapa de sus vidas que están aportando fondos para invertir. Contraintuitivamente, debería desear que el mercado caiga para así comprar a menores precios.

Hay una frase conocida en Wall Street que dice que “The stock market is the only place things go on sale and everyone runs out of the store screaming.”3

Cada caída del mercado en el pasado parece hoy una oportunidad, pero cada caída futura parece un riesgo. La caída del 2020 con el COVID la vemos hoy como una gran oportunidad de inversión, pero la caída de hoy por las tarifas arancelarias la vemos como un riesgo.

De todas formas, si no lo tomamos como una oportunidad para invertir, por lo menos lo podemos tomar como una oportunidad para realmente saber nuestra tolerancia al riesgo.

Muchos inversores creen tener una tolerancia al riesgo y a la volatilidad, pero es en las caídas del mercado donde realmente encuentran su nivel apropiado. Tal vez, los Bear Markets son los momentos para revisar que tan diversificadas están nuestras inversiones y que exposición queremos realmente tener a las partes más impredecibles del portafolio.



For most investors, 99% of good investing is doing nothing, the other 1% is how you behave when the world is going crazy.4

Morgan Housel

Ec. Manuel Bordaberry

mbordaberry@paullier.com

  1. “Estar invertido en forma continua es duro, un mal mes se siente más largo que una buena década” ↩︎
  2. “Hay dos tipos de pronosticadores: los que no saben, y los que no saben que no saben.” ↩︎
  3. “El mercado accionario es el único lugar donde, cuando hay ofertas todo el mundo sale corriendo” ↩︎
  4. “Para la mayor parte de los inversores 99% de una buena inversión consiste en no hacer nada; el otro 1% es cómo te comportas cuando el mundo se vuelve loco.” ↩︎

La Empresa Ideal

7 de marzo, 2025.

En su libro “Stocks for the long run”Jeremy Siegel argumenta que en el largo plazo las acciones superan al resto de los activos como bonos, oro y efectivo, en términos de retornos ajustados por inflación.

“Time, not timing, is what matters in investing1.” Jeremy Siegel  

Está claro que si vamos a invertir con un horizonte de largo plazo, debemos invertir en acciones, pero ¿Cómo lo hacemos? Hay básicamente tres formas.

  • La Gestión Pasiva: invertir en un índice como el S&P 500, el cual se beneficia de costos muy bajos. Los retornos van a ser -por definición- los del mercado.
  • La Gestión Activa Tercerizada: invertir en un fondo de inversión, con un equipo que gestione las inversiones, es decir, que decida en qué empresas invertiremos, cuándo y qué peso tendrá cada una en el portafolio, a cambio de un costo por la gestión del fondo.
  • La Gestión Activa Propia: elegir nosotros mismos las empresas.

Cada forma de invertir tiene sus ventajas y desventajas pero, ¿Cuál es la mejor alternativa?
Tal vez la mejor forma de invertir sea la que más se adapte a la vida del inversor. O tal vez, una combinación de estas formas sea una manera de diversificar dentro de las distintas formas de gestión. 

Pero si vamos a elegir nosotros mismos las empresas debemos entender el desafío psicológico que conlleva y saber de antemano que pocas empresas serán las responsables de la mayoría de los retornos en el largo plazo. (Lectura complementaria: El desafío de invertir en acciones individuales).

Por otro lado, debemos buscar aquellas empresas de buena calidad, que puedan soportar los desafíos económicos que eventualmente van a tener que enfrentar.

“It is far easier to figure out if something is fragile than to predict the occurrence of an event that may harm it”2. – Nassim Taleb

¿QUÉ CUALIDADES DEBERÍAMOS BUSCAR EN UN EMPRESA IDEAL? Algunas ideas.

1) Una Empresa con Barreras Competitivas
Son barreras que cuidan al negocio frente a competidores. Hay cuatro tipos muy conocidos:

“Network effects”: donde cada nuevo cliente alimenta y fortalece el negocio. Esto sucede por ejemplo con las redes sociales – como Instagram de Meta Platforms (META) – donde cada nuevo usuario hace que la red sea más valiosa y atrae a más usuarios. 
“Switching costs”: donde los costos y riesgos de cambiar de un proveedor son muy altos. Las empresas de software – como Microsoft (MSFT) –  tienen esta ventaja donde cambiarse a una competencia significa tener que migrar a una nueva plataforma y volver a capacitar al personal que utiliza el sistema.
“Low-Cost Production”: donde los costos para una empresa son inferiores al de sus competidores. Por ejemplo, Tesla (TSLA) ha logrado esto a través de una integración vertical, economías de escala y su superioridad en la tecnología de baterías.
“Intangibles Assets”: donde la marca, patente o regulación protege a un negocio. Por ejemplo, la empresa Ferrari (RACE) se ha beneficiado de su marca como barrera competitiva.

Una buena señal de que una empresa tiene barreras competitivas es si muestra “pricing power”. O sea, si logra incrementar los precios sin perder clientes. Por ejemplo, Spotify (SPOT) lo ha hecho recientemente; incrementado los precios de sus suscripciones sin perder usuarios.

Morningstar Wide Moat Focus Index: Indice que refleja el desempeño de empresas estadounidenses con ventajas competitivas sostenibles (wide moats) y atractivas valoraciones.

S&P 500 Index: Indice que mide el desempeño de las 500 empresas más grandes de EE. UU. por capitalización de mercado. Es un referente clave del mercado accionario estadounidense y global.

2) Una Empresa con Opcionalidad
Es cuando una empresa tiene la capacidad y facilidad para expandirse a nuevas líneas de negocios, productos o servicios. Para esto es clave tener un negocio “core” que pueda financiar los nuevos proyectos y un buen equipo de capital humano. ¿Por qué es importante? La historia ha demostrado que las empresas más exitosas descubren nuevos negocios sobre la marcha y aprovechan la oportunidad.
Amazon (AMZN) comenzó vendiendo libros, hoy tiene el servicio de nube AWS. Mercadolibre (MELI) comenzó como un marketplace, luego se expandió a fintech (MercadoPago) y logística (MercadoEnvios). Google (GOOG) tiene un departamento que se llama “Other Bets”, donde si alguno de esos proyectos funciona puede ser muy importante para su futuro, pero si no los son no destruirá la empresa. Estas empresas entienden que la opcionalidad juega un rol muy importante.

3) Una Empresa con Fortaleza Financiera
Para ser exitosos en el largo plazo, es crucial sobrevivir los distintos problemas económicos con los cuales eventualmente las empresas se van a encontrar en el camino. Una  empresa ideal debería tener buen balance con un bajo nivel de deuda, un negocio estable con buenos márgenes y con una diversificación de clientes para evitar los riesgos de concentración. Si es así, la empresa no tendrá que depender de los mercados de capitales para su financiación y tendrá la disponibilidad para invertir en nuevos proyectos internos o para comprar a otra empresa oportunísticamente.

4) Una Empresa con “Skin in the Game”

Estas son empresas donde los ejecutivos y empleados tienen un porcentaje alto del paquete accionario de la empresa. De esta forma, están alineados con los accionistas.


Además, también es una buena señal si los fundadores siguen involucrados, donde su reputación está atada a la performance de la empresa.

5) Una Empresa con buena Cultura de Trabajo


En el largo plazo, las empresas con buena cultura de trabajo logran el éxito. 

Esto se puede buscar en Glassdoor, donde los empleados puntúan la experiencia de trabajar en la empresa y cómo valoran a su CEO.

6) Empresas con una Valuación Atractiva
Invertir en una empresa con una valuación atractiva puede darnos un margen de error en nuestra inversión. Por lo contrario, una valuación excesiva puede transformar una gran empresa en una frágil inversión. Por está razón, es importante diferenciar a la empresa de su acción.
De todas formas, hay que tener en cuenta lo que comentó Warren Buffett respecto a la valuación de una empresa: “a great business at a fair price is superior to a fair business at a great price3.


7) Una Empresa que Entendamos.
Un último punto, es que debemos entender el modelo de negocio de la empresa en la que invertimos. Una empresa puede tener todos los atributos que mencionamos en este artículo, pero si no entendemos bien qué es lo que realmente hace la empresa nunca vamos a tener la convicción para permanecer invertidos en los peores momentos.

Recordando las palabras de Charlie Munger “We have three baskets for investing: yes, no, and too tough to understand.”4

Elegir acciones individuales lleva consigo un costo, esfuerzo y tiempo. Además, el éxito no está garantizado y debemos manejar las emociones muy bien. Pero si lo hacemos bien, es posible generar excelentes retornos y a su vez, aprender más sobre el mundo que nos rodea.

“Nobody can predict interest rates, the future direction of the economy, or the stock market. Dismiss all such forecasts and concentrate on what’s actually happening to the companies in which you have invested.”5 

Peter Lynch

Ec. Manuel Bordaberry

mbordaberry@paullier.com

  1. “Es el Tiempo, y no el momento exacto, lo que importa al invertir.” ↩︎
  2. “Es mucho más fácil determinar si algo es frágil que predecir la ocurrencia de un evento que pueda dañarlo.” ↩︎
  3. “Un gran negocio a un precio justo es mejor que un negocio aceptable a un gran precio.” ↩︎
  4. “Tenemos tres categorías para invertir: sí, no y demasiado difícil de entender.” ↩︎
  5. “Nadie puede predecir el rumbo de las tasas de interes, la direccion de la economía, o el mercado accionario. Deja todo eso de lado, y concéntrate en lo que realmente está ocurriendo con las empresas en las que has invertido.” ↩︎

Estrategias de inversión en transformación: Del 60/40 al portafolio del futuro

31 de Enero, 2025.

Durante varias décadas la diversificación de un portafolio a través de la estrategia 60/401 ha resultado óptima para generar resultados saludables con un bajo nivel de volatilidad. Sin embargo, en un mundo multipolar, dónde crece a pasos agigantados el uso de la inteligencia artificial y de energías renovables, con una población que vivirá cada vez más tiempo, es pertinente revisar la eficacia de dicha estrategia hacia adelante.

La diversificación es un concepto clave en el mundo de las inversiones, y se define como la técnica de asignación de activos en distintos productos buscando minimizar el riesgo total del portafolio.
Para que la misma sea efectiva, existen diferentes estrategias que apuntan a equilibrar el rendimiento objetivo con el riesgo que se está dispuesto a asumir.

Una de las más populares es el portafolio 60/40, atribuido al Premio Nobel Harry Markowitz como parte de su disertación sobre la teoría moderna de asignación de carteras en 1952. Consiste en asignar el 60% de las inversiones a acciones y el 40% a renta fija, como bonos o fondos de inversión de bajo riesgo.

Las acciones ofrecen la oportunidad de obtener altos rendimientos, mientras que los bonos pueden compensar la volatilidad con su estabilidad.

Hasta la llegada del COVID 19 los fundamentos de la estrategia 60/40 eran muy sólidos, pero un recorte agresivo de tasas de interés en todo el mundo sumado al aumento de gasto realizado por los gobiernos para mantener a flote sus economías durante los años de pandemia, generó una presión inflacionaria insostenible, que 2 años después produjo la suba de tasas de interés, en un escenario de política fiscal aún laxo. En este contexto la renta fija llegó a sus mínimos en décadas dejando de compensar la caída del mercado accionario. A partir de entonces y durante los años 2022 y 2023 diversos analistas del mercado pusieron en duda la vigencia de la estrategia 60/40 para el futuro.

En el 2024, en un escenario de tasas de interés más estable y con la inflación más controlada, los inversores volvieron a mostrar interés por la estrategia 60/40, destacando algunos puntos a tener en cuenta al aplicarla:

  • En el largo plazo su eficacia depende de la relación entre crecimiento económico e inflación. Estas medidas son afectadas por la IA, las energías renovables, un mundo cada vez más polarizado y una población más longeva.
  • La tecnología puede actuar como shock en la oferta, impulsando el crecimiento y bajando la inflación en el corto plazo.
  • Las energías renovables podrían bajar los costos energéticos y mejorar la productividad, generando crecimiento sin aumentar la inflación.
  • La idea de incorporar activos alternativos a la cartera viene creciendo en los últimos años, dando un paso más hacia la diversificación.

En este contexto aparece una nueva estrategia de inversión balanceada con los porcentajes 40/30/30, que recomienda un 40% en acciones, 30% en renta fija y 30% en activos alternativos como crédito privado o real estate.

En conclusión, la famosa estrategia 60/40, enfrenta un futuro desafiante en un mundo en constante transformación. Si bien el interés por esta estrategia ha resurgido en un contexto de mayor estabilidad económica, su eficacia dependerá de cómo evolucione la relación entre crecimiento e inflación en el largo plazo.

Por otro lado, el surgimiento de estrategias más diversificadas, como el portafolio 40/30/30, refleja la necesidad de adaptarse a las nuevas realidades del mercado, incorporando activos alternativos para mitigar la volatilidad y buscar retornos competitivos.

En este contexto, la diversificación sigue siendo clave, pero deberá ser entendida y aplicada con una mirada más amplia y flexible para enfrentar los retos y aprovechar las oportunidades del futuro.

“La diversificación es la única estrategia gratuita que existe.”  Harry Markowitz

Cra. Elisa Chiarino

Banca Privada

echiarino@paullier.com

  1. Según la teoría, invertir 60% en acciones y 40% en bonos permite equilibrar el portafolio frente a la volatilidad del mercado, aprovechando la baja correlación entre acciones (activo con mayor rentabilidad y mayor riesgo) y bonos (activos con mayor estabilidad, menor riesgo y menor retorno). ↩︎