1 de abril, 2024.
El crédito privado, definido como préstamos entre empresas e instituciones que no son bancos, tiene como principal ventaja la flexibilidad de adaptarse a las necesidades del solicitante.
El concepto ha adquirido relevancia en los últimos años dado que muchísimas empresas pequeñas y medianas se han enfocado en la búsqueda de créditos con condiciones que se adecuen mejor a su situación real (plazo, tasa, garantías o cualquier otra característica de la operación).
Dentro de las empresas que otorgan este tipo de crédito se encuentran los fondos de inversión u otros gestores de activos, que posteriormente ofrecen a sus clientes productos financieros estructurados sobre estos créditos.
En contrapartida, se encuentran las empresas que no cotizan en la Bolsa y por tanto carecen de calificación crediticia oficial, lo cual dificulta el acceso a crédito bancario. En este mismo sentido, los bancos se han ido retirando del sector de préstamos “más riesgosos” luego de la crisis 2007 – 2008.
¿Por qué invertir en Crédito Privado?
Para los inversores, el sector ofrece un rendimiento superior a los bonos corporativos, de empresas con características similares, lo cual compensa la iliquidez del producto. Asimismo, en estos últimos años de tasas de referencia en aumento, ha sido una inversión muy rentable por el hecho de que generalmente la tasa de interés pactada es flotante. Los prestamos del sector privado suelen estar en primera línea de cobro ante una cesación de pagos y contar con garantías más sólidas que los bonos tradicionales. Su cotización está descorrelacionada con el resto del mercado, y su volatilidad en general es muy baja ya que se valúan con frecuencia trimestral.
El siguiente cuadro muestra los rendimientos de cada categoría de activos, entre 2007 y 2022, ordenados de mayor a menor:
RIESGOS
El mayor riesgo que presenta la inversión en crédito privado es la iliquidez de los mismos. Salirse de la posicion antes de lo pactado implicaría un análisis de la valuación para una correcta negociación de precio, o en el mejor de los casos, identificar un comprador potencial en el mercado.
Otro aspecto a considerar es que la transparencia en el desempeño crediticio subyacente no está disponible debido a que las agencias de calificación rara vez siguen los créditos privados, aunque esto es contrarrestado por la gestión de los Fondos de Inversión.
VENTAJAS
Generalmente este tipo de productos provee ingresos corrientes en el portafolio del cliente a una tasa superior de la media del mercado.
El hecho de que implique estructurar acuerdos personalizados en función de las necesidades de cada negocio, junto con el monitoreo continuo, y la flexibilidad para la renegociación, explican las menores tasas de default. Las mismas han sido históricamente más bajas en esta categoría, con mayores porcentajes de recuperación de capital.
El crédito privado está descorrelacionado con los movimientos tradicionales del mercado, brindando mejor retorno ajustado a riesgo.
El crédito privado ofrece la oportunidad de diversificar, proporcionando exposición a sectores y empresas que no están disponibles en el mercado público.
Según estimaciones de la agencia de calificación Moody’s, a fines del 2023 el tamaño del sector de crédito privado ascendía a USD 1,3 billones, una cifra comparable a la del mercado mundial de bonos de alto rendimiento (high yield). Morgan Stanley cree que para el año 2027 el mercado crecerá hasta USD 2,3 billones.
El éxito de una estrategia de inversión a lo largo del tiempo está vinculado a la correcta diversificación de la misma. Incorporar crédito privado permite bajar la volatilidad del portafolio y mejorar la descorrelación del mismo con el resto del mercado, además de dar acceso a mejores tasas de retorno ajustado a riesgo y así compensar una menor liquidez de estas inversiones.
Cra. Elisa Chiarino
Banca Privada
echiarino@paullier.com